El árbol de Navidad flotante más grande del mundo volvió a brillar en Río de Janeiro, acompañado de un espectáculo pirotécnico y en medio de una gran expectación tras su ausencia desde 2015.
El árbol, una estructura metálica de 70 metros de altura y compuesto por 900.000 bombillas led, fue iluminado este sábado sobre la Laguna Rodrigo de Freitas, en la zona sur de la ciudad.
La última vez en hacerlo fue en 2015, año en el que una fuerte ventisca lo partió en dos a una semana de la inauguración y obligó a reducir su altura de los tradicionales 85 metros a poco más de 50.
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