La esclerosis múltiple (EM), es causada por el daño a la vaina de mielina, cubierta protectora que rodea las neuronas, formada por proteínas y grasas que facilitan la transmisión de los impulsos nerviosos. Cuando esta cubierta de los nervios se daña, los impulsos nerviosos disminuyen o se detienen.
Las células inmunitarias del propio cuerpo atacan el sistema nervioso, dañan el nervio y lo inflaman. Esto puede ocurrir a lo largo de cualquier zona del cerebro, el nervio óptico o la médula espinal.
Cuando tu sistema inmunológico está funcionando adecuadamente, te protege de infecciones que te causan enfermedades, pero cuando no marcha debidamente, no puede distinguir a las células propias de las ajenas y, en vez de luchar contra antígenos externos, las células del sistema inmunológico o los anticuerpos que producen, pueden ir en contra de sus propias células y tejidos por error.
Esta respuesta errónea del sistema inmunológico contribuye a varias enfermedades autoinmunes, incluyendo a la esclerosis múltiple.
Síntomas
Trastornos visuales como: neuritis óptica, fatiga, debilidad muscular, problemas de audición, de coordinación y equilibrio, espasticidad en miembros inferiores que dificultan la marcha y en miembros superiores que comprometen la motricidad fina, sensación de entumecimiento, picazón o pinchazos, problemas con el pensamiento y la memoria, son algunos de los síntomas de esta discapacidad neurológica.
¿Cómo detectar la esclerosis múltiple?
Establecer un diagnóstico preciso en caso de sospecha de la enfermedad es tarea difícil, ya que no existe hasta los momentos un método 100% confiable que la detecte. Para lograr un diagnóstico, el paciente debe someterse a una serie de pruebas médicas como la resonancia magnética y la punción lumbar, entre otras, que permiten detectar la presencia de placas y signos de inflamación.
Uso de terapias
Según las necesidades de cada afectado:
- Fisioterapia. Puede ayudar al paciente con la postura, a mitigar la fatiga y el dolor, a caminar, a mantener la fuerza y el equilibrio, a capacitarlo para que se sienta más seguro y se mueva libremente, y a usar de forma sensata su energía.
- Terapia ocupacional. Con esta se le muestran estrategias al paciente para que pueda llevar a cabo las rutinas del día a día, como paseos largos, visitas, reuniones, ir de compras; realizar dos actividades al mismo tiempo, o sea, hablar mientras cocina; realizar tareas que requieren cambios posturales, por ejemplo: levantarse de un sillón, meterse a la ducha, abrocharse una blusa; o superar barreras arquitectónicas, como puertas estrechas, escalones muy altos…
- Terapia del habla. Puede enseñar al paciente a aprender a comunicarse lo más claramente posible, y a practicar cómo tragar en forma segura
Estudios recientes
Actualmente no existen tratamientos que puedan mantener las células nerviosas sanas o regenerarlas, lo que hay es medicamentos para retrasar el empeoramiento de la enfermedad. Sin embargo, las investigaciones médicas no cesan, en su afán por encontrar una cura.
- Reparación de mielina. Científicos de todo el mundo están desarrollando potenciales terapias de remielinización, para reparar el daño causado al revestimiento protector de la mielina alrededor de los nervios, que podrían mejorar la recuperación de las recaídas y proteger las fibras nerviosas de los daños.
- Neuroprotección. Se han anunciado varios resultados de ensayos clínicos positivos con la neuroprotección, la cual trata de proteger contra la pérdida de células nerviosas; en otras palabras, mantiene las células nerviosas vivas. La idea es que si las drogas pueden proteger los nervios de los daños en primer lugar, entonces la progresión de la EM podría ser retardada o incluso detenida.
- Inmunomodulación. Sustancias que modifican (puede aumentar o disminuir) la capacidad del sistema inmune de ejercer una o más de sus funciones, como la producción de anticuerpos, el reconocimiento antigénico, o la secreción de mediadores inflamatorios, son utilizadas para evitar que las células inmunitarias ataquen a la mielina. Estos tratamientos pueden frenar el avance de la EM primaria progresiva, también pueden tratar la EM recidivante.
- Terapia con células madre. Se ha determinado que las células madre tienen la capacidad de autorrenovación y su capacidad única para producir otros tipos de células; además, tienen el potencial de ayudar a tratar la EM. Las células madre especializadas en el cerebro pueden generar células productoras de mielina, que están involucradas en la reparación de esta. Los investigadores esperan que las células madre puedan ser útiles para reemplazar los nervios perdidos.
¿Sufres de esclerosis múltiple, necesitas ayuda?
Existen fundaciones como Antahkarana, que promueven una mejor calidad de vida para pacientes con EM, donde les brindan apoyo y herramientas para desarrollar habilidades diferentes que los ayuden a sentirse útiles. La pintura, la danza, la escultura, forman parte de las terapias novedosas y muy efectivas para el tratamiento de esta enfermedad neurológica.
No se sabe exactamente qué causa la EM. La creencia más frecuente es que los culpables son un virus, un defecto genético, o ambos. Los factores ambientales también pueden jugar un papel importante
Las personas son ligeramente más propensas a presentar esta enfermedad si tienen antecedentes familiares de EM, o si viven en una parte del mundo donde esta enfermedad es más común.
Foto principal: Pinterest
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