Los tratamientos de keratina capilar suelen implicar la aplicación de una solución que contiene esta proteína, con el objetivo de alisar y fortalecer el cabello.
Estos tratamientos son muy populares para reducir el frizz, mejorar la manejabilidad y lograr un aspecto más suave en el cabello. Sin embargo, hay algunas contraindicaciones que debes tener en cuenta.
Algunos de los contras de la keratina incluyen la posibilidad de irritación en el cuero cabelludo, la presencia de sustancias químicas fuertes en algunos productos, y el costo asociado con el tratamiento, además de que puede no ser adecuado para ciertos tipos de cabello.
- Irritación en el cuero cabelludo. Algunas personas experimentan irritación en el cuero cabelludo como reacción a los productos químicos utilizados en los tratamientos de keratina.
- Sustancias químicas fuertes. Ciertos tratamientos de keratina contienen productos químicos fuertes, como formaldehído, que pueden ser perjudiciales para la salud y causar irritación en ojos y piel.
- Duración limitada. Los efectos alisadores no son permanentes y pueden durar solo unos meses, lo que significa que se necesita un mantenimiento regular para que el resultado perdure en el tiempo.
- No es adecuado para todos los tipos de cabello. Algunas melenas pueden no reaccionar bien a este producto, y en ciertos casos, el resultado puede no ser el esperado.
- Proceso de aplicación prolongado. El procedimiento de estos tratamientos puede ser un proceso largo y a veces incómodo, ya que implica la aplicación de productos químicos, largo tiempo de pose y el uso de calor para sellar el tratamiento.
Keratina, ¿si o no? Foto everdrop GmbH Unplash
¿Cómo la podemos reemplazar?
Puedes considerar alternativas naturales o métodos menos invasivos para mejorar la apariencia de tu cabello. Aquí hay algunas opciones:
- Tratamientos naturales. Experimenta con mascarillas capilares hechas en casa utilizando ingredientes como aceites, aguacate, miel o yogurt, que pueden ayudar a hidratar y fortalecer el cabello.
- Cuidado regular. Adopta una rutina constante de cuidado del cabello, incluyendo lavados suaves, acondicionadores nutritivos y protección térmica para minimizar el daño causado por el calor.
- Corte frecuente. Mantén tu cabello en buen estado cortándolo regularmente para eliminar las puntas abiertas y fomentar un crecimiento más saludable.
- Productos sin sulfatos. Utiliza champús y acondicionadores sin sulfatos para evitar la excesiva resequedad del cabello.
- Suplementos nutricionales. Considera tomar suplementos que contengan nutrientes como biotina, zinc y vitaminas.
Recuerda que cada tipo de cabello es único, y lo que funciona para una persona puede no ser igual de efectivo para otra. Siempre es aconsejable consultar con un profesional del cuidado del cabello para obtener recomendaciones personalizadas basadas en tu tipo de cabello y necesidades específicas, especialmente si piensas someterte a un tratamiento con keratina.
Foto principal Taylor Smith Unplash
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