La ira es una emoción humana natural que puede surgir en diferentes situaciones y circunstancias. A veces, reprimimos esta emoción, lo que puede tener efectos negativos en nuestra salud mental y bienestar emocional.

Los terapeutas Gestalt entienden que la ira es una señal importante que nos indica que algo no está bien en nuestra vida o que nuestras necesidades no están siendo satisfechas.

3 formas saludables de liberar la ira según la perspectiva gestáltica

  1. Expresión consciente:

La primera forma es a través de la expresión consciente. Esto implica reconocer la emoción en el momento en que aparece y permitirnos sentirla sin juicios ni críticas. En la terapia Gestalt, se anima a experimentar plenamente cualquier emoción que estemos trabajando en un entorno seguro, permitiendo que la energía emocional se manifieste.

Una técnica útil para la expresión consciente de la ira es el «diálogo de las sillas». Aquí, el individuo puede imaginarse a sí mismo y a la fuente de ese sentimiento en sillas separadas, comunicándose de manera honesta y abierta. Este proceso de diálogo puede ayudar a liberar la tensión acumulada y llevar a una mayor comprensión de las causas subyacentes de la ira.

  1. Liberación a través del movimiento:

La ira es una emoción enérgica, y a menudo sentimos la necesidad de liberar esa energía acumulada en nuestro cuerpo. Entonces, aquí se libera a través de movimientos expresivos y conscientes.

Un ejercicio práctico es el «drenaje de la ira». Aquí, la persona puede encontrar un espacio privado y seguro, y permitirse mover el cuerpo de manera espontánea, expresando la energía de la emoción que se siente a través de gritos, golpes suaves a un cojín o liberando cualquier tensión física relacionada con la emoción. Este proceso de liberación puede proporcionar un alivio significativo y permitir que la ira fluya sin ser reprimida.

Descargar la ira de manera saludable

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  1. Canalización creativa:

La tercera forma de liberar de manera saludable es canalizarla creativamente. Aunque no lo creas la ira puede ser una fuente poderosa de inspiración para la creatividad y el arte. 

La pintura, la escritura, la música o la danza son ejemplos de medios creativos que pueden permitirnos expresar y transformar algo «negativo» en algo significativo. Al utilizar estas formas de expresión, podemos darle un sentido más profundo a nuestra ira y encontrar una salida constructiva para nuestras emociones.

Así que ya ves, esta es una emoción humana normal y saludable, pero cuando se reprime o se expresa de manera destructiva, puede afectar negativamente nuestra salud mental y bienestar emocional. 

Liberarla de forma saludable nos permite mantener un equilibrio emocional y vivir una vida más auténtica y plena, y no esperar a que sea una bomba de tiempo y termine explotando de manera descomunal y destructiva. Hay que decir que generalmente puede pasar con nuestras personas más cercanas -y queridas- nuestras mascotas y hasta desconocidos en el tráfico… lo cual no es nada recomendable. 

Cuidemos nuestras relaciones y cuidemos nuestra salud emocional, ya que cuando nos descargamos con todo, es probable que sintamos mucha culpa y que, a veces, no haya marcha atrás ante las acciones en un arranque. 

¡Normalicemos el enojo y descargarlo de manera saludable!

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