Convertirse en mamá, en la vida real, dista mucho de lo que la mayoría de nosotras imaginamos antes de serlo. La maternidad no es como te la contaron.

Sin querer hacer un spoiler, creo que vale la pena que «alguien» nos cuente de que va la maternidad cuando no la hemos experimentado y que pasa «más allá de la falta de horas de sueño, y de los cambios de pañales, y la posible/imposible lactancia y de las reglas de la crianza con apego y de la disciplina positiva…, etc.»

La maternidad no es color de rosa, de hecho creo que ni siquiera pertenece a ningún color del espectro «arco iris» con el que soñamos. Te lo desmenuzo, y antes que todo, aclaro: la maternidad es «DE LO MEJOR QUE ME HA SUCEDIDO EN LA VIDA, pero la palabra «fácil» NO la describe para nada:

  1. Mantener con vida a un bebé (a un ser humano) es una tarea titánica; te vas a apanicar varias veces, te vas a dar cuenta de tu propia mortalidad; vas a sentir que se te acaba la vida si tu hijo enferma y de pronto te van a importar todos los niños del mundo.
  2. Convertirte en madre NO te exime de ninguno de tus otros roles, previos o posteriores a convertirte en madre. Eres y seguirás siendo tú, hija, esposa, novia, hermana, empleada, directora, amiga, vecina, etc., pero además: mamá.
  3. Vas a tener que conciliar tu vida pasada, actual y futura con tu maternidad. No solo tu trabajo y el ser mamá; pero tus relaciones familiares, tu relación de pareja, la relación con tus otros hijos cuando tienes más de uno, la relación con tus amigas, etc. Vas a tener que acomodar todo, muchas veces, todo el tiempo.
  4. Tu(s) hijo(s) NO son ni serán lo que esperas de ellos, no vienen a cumplir tus expectativas y/o deseos; no son tú o tu pareja en miniatura, son seres humanos plenos y casi que con una misión de vida que pocas veces tiene que ver con la tuya.
  5. Vas a renunciar MUCHAS veces, a MUCHAS MÁS cosas de las que te imaginas: desde promociones y oportunidades laborales, hasta viajes o comprar algo para ti; a estar con alguien que te importa o a cambiar tu estilo de vida por completo y ¿sabes qué?, es altamente probable no te vaya a costar trabajo decidirlo, igual te duele, pero lo vas a tener claro y lo vas a renunciar.
  6. NO vas a ser la mamá perfecta y NO vas a tener a los hijos perfectos. Nada más distante de la realidad que creer que así será, por más que lo esperes, por más que te sientas preparada, la maternidad como la vida, tiene de todo y lo que domina en la prueba y error de ser madre, son mayormente los errores.
  7. Tu primer hijo será tu experimento, lo quieras o no, te des cuenta o no. Será tu laboratorio de pruebas físicas, emocionales, tu «sandbox» para probar uno o más métodos de crianza, de estilo de vida, escuelas, alimentación, etc.
  8. Si tienes más de un hijo te va a crecer el corazón, el instinto, la agudeza de tus sentidos y también tu amor y tus preocupaciones; no es que se multiplique, simplemente se vuelve más amplio para siempre.
  9. Tu corazón, tu alma y tu cerebro de mamá siempre van a sentir un estado de alerta «sin razón», porque una vez que te conviertes en mamá, su vida depende de la tuya por años y a veces vas a descubrir riesgos y peligros que antes jamás imaginaste.
  10. Vas a sentir CULPA a raudales; la culpa te va a mal aconsejar, te va a auto juzgar, te va a destrozar el corazón muchas veces y la culpa va a nacer de los lugares y de las situaciones menos esperadas… y, ¿sabes qué?, la mayoría de las veces ni siquiera será tu culpa.
  11. Te vas a estremecer de miedo cuando «algo» en el mundo cambie y quepa la posibilidad de que toque a tus hijos y vas a pasar noches en vela imaginando lo imposible solo para regresar a verlos dormidos y dar gracias por su vida en la tuya.
  12. Vas a tener muchísimos días malos, cansados, llenos de frustración, de coraje y hasta de duelos; te van a dar ganas de salir corriendo y de no regresar y NO vas a dar ni un solo paso, te vas a quedar ahí, hasta que todo se vuelve a acomodar; así tome un tiempo que parece infinito.
  13. Te vas a dar cuenta de que tienes habilidades extraordinarias no solo para amar y cuidar a uno o varios niños, pero también para cambiar el mundo o cambiarte a ti para ellos si es necesario. Vas a sentir lo fuerte, lo invencible que eres, sobre todo cuando te sientas más vulnerable.
  14. Vas a descubrir tu modo creativo, tierno, organizado, suave y guerrero en sus máximas expresiones para resolver desde una fiebre hasta una fiesta de cumpleaños, o improvisar un disfraz o partirte en 20 para no faltar a tus hijos, o para darles la noticia más triste de su vida o la más grandiosa.
  15. Te van agobiar las guerras en otros continentes, las posibles colisiones de galaxias lejanas, el calentamiento global, la generación de basura y el maltrato animal por decir lo menos; y no es que antes no te importara, vas a querer involucrarte hasta lograr un cambio.
  16. Vas a comprender lo que te fue ajeno por años: niños peleando en cualquier lugar, niños haciendo berrinches en el super; niños desquiciados en los aviones y madres al borde de un ataque de nervios, y sin saber qué pasa o pasó de fondo, vas a sentir empatía y lo vas a comprender.
  17. Vas a revivir tu infancia muchas veces, algunas vendrá con gratas sorpresas y hermosos recuerdos, otras; con algunas heridas que ojalá sepas sanar y no llevarlas a tus hijos.
  18. Vas a sentir el amor absoluto en un beso, en una mirada, en una manita que busca la tuya, en los piecitos calientes en la cama, en ese olor a tu hijo que no existe en ningún perfume y que es un motor de vida que no sabías que era posible tener.
  19. Vas a tener una plenitud emocional incomparable con nada, no hay amor de ese tamaño, no hay palabras que lo describan, vas a saber lo que es dar la vida por alguien sin pensarlo ni un segundo.
  20. Tu maternidad NO se va a agotar jamás, ni cuando dejen de ser bebés, o niños, o adolescentes, o jóvenes o adultos; incluso si tus hijos pierden la vida, serás madre para siempre.
  21. La maternidad es un viaje sin retorno, no vas a regresar a ser la de antes, no es real considerarlo; es un boleto solo de ida para un viaje en el que transformarte será la constante.
  22. Vas a llorar y vas a reír como nunca antes, tan seguido como ni siquiera lo imaginas y por las cosas mas insignificantes.
  23. Vas a juzgar a otras madres, porque lo hacen mejor, peor o diferente a ti y luego te vas a arrepentir y también vas a contener a muchas otras y vas a compartir tu conocimiento y tu experiencia, es el círculo de la vida.
  24. Te vas a convertir en tu propia mamá: a veces te vas a escuchar como ella, vas a repetir sus palabras, vas a reconocer sus esfuerzos y agradecer infinitamente su amor; hasta que día veas el espejo y veas que ella se asoma a través de tus ojos o de tu boca…
  25. Vas a amar ser mamá mucho más de lo que creías.

Un abrazo para todas las mamás reales que saben que ser mamá es cero sencillo, que es un trabajo en proceso, que requiere darlo todo y que a pesar de sentir que es una tarea imposible, lo hacen diario de la mejor manera.

De mamá a mamá,

Karla Lara

Imagen de Freepik


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