El Omega 3 es un tipo de grasa esencial que nuestro cuerpo necesita pero no puede producir por sí solo. Lo encontramos en pescados grasos como el salmón, las sardinas y el atún. Estos ácidos grasos son fundamentales para la salud del corazón, el cerebro y las articulaciones. Incorporarlos a nuestra dieta, ya sea a través de alimentos o suplementos, puede mejorar nuestra calidad de vida.
Llega a México nueva era del Omega 3
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2023, la prevalencia de enfermedades crónicas relacionadas con una mala alimentación sigue siendo alarmante.
La obesidad afecta al 37.1% de la población adulta, mientras que la diabetes y la hipertensión afectan al 18.4% y 29.9%, respectivamente. Además, la hipercolesterolemia alcanza el 30.6% y los eventos cerebrovasculares el 4.9%.
A la par, se sabe que el consumo diario de alimentos como frutas (45.9%), verduras (49.4%), y leguminosas (26.2%) es insuficiente entre los adultos mexicanos. Por otro lado, el consumo de alimentos menos saludables como cereales azucarados (40.8%) y bebidas azucaradas (76.3%) es elevado.
En este contexto, la Dra. Alejandra Contreras, experta en nutrición poblacional destacó la relevancia de una dieta equilibrada en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
No obstante, el bajo consumo de alimentos frescos y naturales, junto con otros productos reconocidos por sus beneficios cardioprotectores, abre la puerta a la recomendación personalizada de suplementos, en especial Omega-3.
La importancia del Omega-3 en la prevención del corazón
El Omega-3 es un ácido graso esencial que ha demostrado tener múltiples beneficios para la salud cardiovascular. Ayuda a reducir los niveles de triglicéridos, mejora el colesterol bueno (HDL) y disminuye la presión arterial, lo que reduce el riesgo de ataques cardíacos y otras complicaciones del corazón.
Sin embargo, de acuerdo con la Dra. Angélica Borja, Licenciada en Nutrición y Ciencia de los alimentos, la dieta mexicana típica, rica en grasas saturadas y aceites vegetales procesados, carece de una cantidad suficiente de Omega-3, especialmente los ácidos grasos EPA y DHA, que son los más importantes para la salud del corazón. Según organismos internacionales, se recomienda un consumo mínimo de 1 gramo de Omega-3 al día, una meta que la mayoría de los mexicanos no alcanza.
En este contexto, la suplementación con Omega-3 se vuelve fundamental para cubrir esta deficiencia nutricional y proporcionar los beneficios que la dieta no puede ofrecer. Y es así como surge la necesidad de suplementos de alta calidad que aseguren una adecuada absorción y eficacia en el cuerpo.
Fuente: IFA Celtics
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