Seguro has escuchado que: «amar duele», que «donde duele creces», que «no hay pareja perfecta», que «mas vale malo por conocido» y que «quien bien te quiere te hará sufrir». En mi nunca humilde opinión, difiero. Ahora bien, partiendo de que no todas las personas quieren estar en pareja y que otras tantas no quieren estar solteras… aquí los básicos de las «parejas» que duran, entendiendo que el concepto del amor se aprende y se construye y que muchas veces es la traducción de una serie de creencias culturales sumadas a la inevitable química (que sí existe) entre las personas.

Por relaciones de parejas que duran, sin marcar límite de tiempo, vamos a entender que son aquellas en las que se elige el compromiso de estar con la otra persona y en donde ambos por voluntad mantienen la relación sin que sea desechable. Así vemos que hay parejas que van por la vida bien y de buenas celebrando aniversario tras aniversario y sumando años que no puedes creer, y en felicidad: 10, 20, 30, 50 años juntos y contando.

Y ESAS PAREJAS QUE DURAN

En 2007, Helen Fisher Helen Fisher, neurocientífica y antropóloga estadounidense, pionera en la biología de la personalidad humana y la neuroquímica del liderazgo y su equipo hicieron un estudio para determinar si el amor puede durar.

¿El amor puede durar? En 2007, Helen y su equipo se hicieron esta pregunta. En un estudio, escanearon los cerebros de 17 de esas personas mientras miraban una fotografía de su pareja. La mayoría tenía 50 años y se habían casado en promedio a los 21 años.

Los resultados arrojaron que la intensidad amorosa que te da mariposas en el estómago y que te mantiene en vilo de un amor romántico dura de 18 meses a máximo 3 años. Sin embargo, los cerebros de las parejas estudiadas (promedio 50 años juntos casados en veintes) mostraban la misma actividad que la de los jóvenes enamorados. Solo había una diferencia importante entre los dos grupos: entre los amantes mayores, las regiones del cerebro asociadas con la ansiedad ya no estaban activas; en cambio, hubo actividad en las áreas asociadas con la calma.

SITUACIONES QUE AFECTAN A LAS PAREJAS

  • Estrés en tiempos de crisis
  • Ansiedad y depresión
  • Falta de apoyo a la pareja
  • Mala comunicación
  • Escasez de proyectos personales
  • Monotonía (al estilo Shakira)
  • FALTA DE AMOR

HÁBITOS EN LAS RELACIONES PERDURABLES

Analizan si se ven juntos a futuro: se trata de indagar genuinamente que la relación que sea que tengas la ves con alegría si pasaran los años al lado de esa persona. Lo aceptemos o no, es algo que sÍ podemos determinar de forma prematura: te ves ahí los siguientes años o no. Conclusión: te vas o te quedas pero sin forzar nada.

Permiten que se vayan las mariposas en la panza: observan cómo es la relación cuando no domina el enamoramiento y la pasión o la atracción sexual; ¿qué más hay que te encanta de esa persona? Es decir; eligen estar por muchas mÁs razones que solo la atracción o la emoción inicial.

Hacen el amor: mucho sexo importa, porque funciona como oferta y demanda, más tienen más quieren. Las hormonas que producimos cuando hay actividad sexual generan apego y mantienen sólido el amor romántico.

No permiten la monotonía: tampoco es que diario se puede o se quiere probar cosas nuevas pero tratan de reinventarse en pareja de vez en cuando, suman gustos que combatan el aburrimiento normal para que no se instale. Puede ser tan sencillo como caminar juntos si siempre andan en auto u optar por ir al cine si nunca van o cenar algo distinto. La novedad genera curiosidad e interés.

Se tocan mucho: sin invadir sus espacios vitales o sus tiempos personales (muy necesarios en las relaciones largas), son esas parejas que siempre se sientan juntos, se toman de la mano, se hacen la caricia inesperada, el abrazo sutil pero seguro, esto intercambia hormonas, microbiota y mantiene la dopamina alta. La química lo es todo, más oxitocina, más ganas de estar con el otro.

relaciones que duran

Foto de Esther Ann en Unsplash

Dicen que admiran del otro a diario: escuchar «cosas lindas» de la persona que amamos reduce el cortisol y los niveles de estrés y de ansiedad, porque el mensaje permite relajar el «modo conquista» y disfrutar la relación vigente. Las parejas que duran juntos mucho tiempo se admiran mutuamente, son fans recíprocos y se celebran y reconocen sus logros y habilidades y cualidades.

Piensan al mismo nivel: ni Campanita, ni Peter Pan, estar intelectualmente al nivel de tu pareja provoca una estimulación mutua que agrada y da estabilidad porque no buscas esos estímulos por fuera. Ahí reside el compartir ciertos intereses: libros, música, actividades recreativas, causas sociales.

Contacto visual: ninguna palabra, ninguna llamada supera mirar a los ojos a tu pareja o ser mirada por ella. Mirar es reconocer al otro. Esto permite aprender a comunicarse sin hablar, literal «sentir que pueden adivinarse el pensamiento» de manera virtuosa.

Se ríen juntos: el buen humor y la gracia son un gran afrodisiaco. Todos disfrutamos estar con una persona divertida, ocurrente y ligera. Hagan de la risa un activo en la relación, que el buen humor, las bromas y el sarcasmo bien llevado sea un ingrediente que de la sal y la pimienta.

Se dan los buenos días y las buenas noches: es simple pero es reconocer que existe el otro en tu vida como algo positivo que aprecias. Da los buenos días y las buenas noches aún si están a la distancia. Te recuerda que lo piensas y que te piensa, es sencillo pero no obvio.

Aprenden a discutir: porque efectivamente no hay pareja perfecta si hay desacuerdos es bueno, somos personas distintas y podemos querer o pensar cosas distintas y podemos discutir inteligentemente sobre ello, esto afianza la confianza y la certeza de que, a pesar de las diferencias, ambos eligen seguir juntos.

NO pierden los detalles: cosas simples como servir el café a cierta hora o guardar silencio; acercarle los lentes cuando los necesita, los actos de caballerosidad o los actos que apapachan: todos recordamos al ex Presidente Obama llevando la sombrilla a su esposa Michelle de manera personal en medio de la lluvia.

Se escuchan y se respetan: hay el tiempo y la disposición para la escucha activa, siempre importa lo que el otro tiene que decir; hay un respeto que se ve y se siente entre ambos; es como «un lugar especial» que todos saben ya está oupado.

NO pierden el interés: porque el amor de las parejas que duran no está basado en la belleza o en la juventud o en la situación económica sino en la esencia como personas que se aman y que se reconocen amantes. Es notar que la persona espera a su pareja o ver que se le ilumina la mirada al verla sin importar cuánto tiempo llevan juntos.

Tienen rituales: sea la llamada telefónica a cierta hora del día o el desayuno en la cama los domingos, o la caminata en pareja, escuchar cierta música o leer juntos; hay cosas que los definen como «pareja», que ambos esperan y disfrutan hacer juntos y para lo que dan tiempo y espacio.

Construir una relación sí toma tiempo y esfuerzo, pero si es mutuo se vuelve sagrado y lindo. Parejas felices que tienen muuuucho tiempo juntas si existen y también pueden inspirarnos.

Un abrazo,

Karla Lara

Foto de Candice Picard en Unsplash


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