Aunque parezca fácil, producir buenas sopas es una tarea que requiere conocer tips específicos. Aquí te los confesamos.
Las virtudes de la sopa van más allá de tomarse algo calentito cuando el clima lo amerita. En ella se concentra gran cantidad de vitaminas, carbohidratos y electrolitos de los tres grupos alimenticios, pues por lo regular lleva carne, pescado, verduras, algún cereal y hasta carbohidratos. Además, es un receptor del amor y la pasión con que se prepara; más que cualquier otro guiso.
Sopas, consomés y caldos
Nos referimos a las que son muy líquidas, casi transparentes. Por sí solas se pueden comer, o son capaces de formar parte de otras preparaciones más elaboradas.
Las sopas se distinguen del consomé porque se sirven en platos y frecuentemente llevan guarnición; en tanto que el consomé, se presenta solo y en taza.
- Potencia lo sencillo. Si deseas que el sabor de la carne, el pollo, el pescado o los mariscos que uses quede impregnado en el líquido, introduce la proteína con el agua aún fría y deja que hierva a fuego lento.
- Hasta los huesos. Para que el caldo de la sopa quede más sabroso, procura cocinar la carne, el pollo o el pescado siempre con su hueso o sus espinas.
- Ahorra tiempo. Siempre saltea las verduras o los vegetales antes de agregarlos a la preparación. También puedes cocinarlos en el horno. Estos métodos enriquecen el resultado final, permitiendo que los sabores se mezclen. Además, reducen el tiempo de cocción de 5 a 10 minutos.
- Rectifica sin remordimiento. Si se te pasó la mano de sal, corta una papa en cuatro trozos previamente pelada e introdúcela dentro de la sopa. Ella actuará como una esponja absorbiendo parte de la sal. Cuando vayas a servir, retira la papa porque estará saladísima.
- Cero grasas. Cuando te quede muy grasosa, deja reposar la preparación durante 10 minutos, verás cómo flota el exceso de grasa. Elimínala con una cuchara o agrega unos cuantos cubos de hielo, estos la solidificarán y te será más fácil retirar la capa superior. Realiza este procedimiento rápidamente, pues los hielos se derriten enseguida.
- Todo menos ella. No importa lo que prepares, siempre debes añadirle cebolla si deseas que el líquido tenga un sabor único.
- Recicla creativamente. ¿Sabías que los mejores caldos los logras con lo que sobra al preparar pollos, carnes, mariscos, pescados o verduras? Coloca lo sobrante en una olla con abundante agua. Con el resultado, prepara la sopa o crema que se te ocurra.
- En cualquier momento. Si quieres aprovechar un caldo, coloca el líquido en un recipiente y congélalo. Sácalo al momento de usar. Esta es la base para cualquier sopa.
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