La noticia del día ha sido, sin duda, que el conglomerado de marcas lujosas y prestigiosas LVMH: Moet-Henessy-Louis Vuitton consolidó el control sobre la marca Christian Dior. Este último ya era parte del portafolio de marcas dentro de este grupo y LVMH ya era el dueño absoluto de Dior Perfumes. Ahora, con esta nueva negociación la asociación contará con la propiedad mayoritaria de Alta Costura, accesorios y vestimenta pret-a-porter de hombres y mujeres. De esta manera, se logra la simplificación de la marca en un solo negocio y no en una «hermandad» bajo el mismo nombre.

A quienes no le interesa el mundo de los negocios, pero les atrae el de la moda les puedo contar que esta sinergia de poderes económicos se establece en un “ambiente” donde quienes venden Dior y quienes lo compran están ganando. Y es justo, ese «ganar–ganar” el que le ha dado tanto impulso y predicciones positivas a LVMH.

En resumen esta asociación está comprando el 26% de Dior, un porcentaje que no tenía y lo bueno es que a quienes se lo compraron, accionistas minoritarios, estarán recibiendo un 15% de ganancias o incentivos sobre el precio de cierre de las acciones del día de ayer. Esto resulta una excelente oferta también para quienes están vendiendo su marca.

Vale tomar en cuenta que la marca Dior seguirá existiendo a pesar del merge, solo pasa a tener otro control administrativo, pero seguirá existiendo y será dueña mayoritaria aún del negocio de Alta Costura, más del 41% del capital accionista  así como un poder de votos y de decisión creativa en el orden del  56.8%. Esto salvaguarda de la identidad de la marca, ahora que simplifica su existencia corporativa bajo el conglomerado.

La otra parte de la noticia, que no es tan positiva, es que parte del trato de ventas son las compras de acciones y otra parte la entrega/intercambio de 0.192 en acciones de Hermès. Esto resulta muy interesante de entender, pues LVMH quien es también dueño en parte de Hermès se ha encontrado en infinidad de problemas con la marca y espera lograr ceder todas sus acciones a través del intercambio. Obviamente esto ha causado un daño sensible en la compañía que ha bajado un 6.2 en su valor en la bolsa, algo normal ya que la unión de LVMH y Dior hace que la casa de moda francesa pierda competitividad futura ante sus principales rivales.

Analistas e inversionistas ven la fusión como algo positivo y razonable en el mercado. Tanto Dior como LVMH se han mantenido como líderes en las ventas de lujo y, traer a Dior, que hoy en día porta esa antorcha de máxima suntuosidad, mucho más que una marca como Louis Vuitton, quien en algún momento lo llevó, le devuelve al conglomerado esa connotación de importancia, modernismo, elegancia y lujo que a lo mejor se había perdido entre la comercialización masiva de Louis Vuitton, la exclusividad casi renegadora de Céline y la transición creativa que vive Givenchy.

LVMH sigue siendo el junte de lujo más poderoso del mundo, esta vez agranda su importancia y poderío en el mercado sin salir de su in-house logrando integrar en su estrategia una marca que tiene mínimo cinco años liderando la historia de máxima categoría en la moda.

Gabi Ramos

Gabi Ramos

 


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