los niños y el dinero

A veces la relación de los adultos con sus finanzas es un reflejo de la educación monetaria que recibieron en casa, haya sido de manera indirecta o no. La situación de los niños y el dinero es algo que merece una mayor atención de parte de los padres y aun así es “delegado” para cuando tengan la edad suficiente. Lo cierto es que privarlo de esta, podría perjudicarlos a futuro.

Los niños y el dinero

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El meollo Psicológico

Pues sí, existen estudios psicológicos que avalan la importancia de la educación de los niños y el dinero.

Empecemos con lo básico: La personalidad y hábitos de todo ser humano está fuertemente vinculada con todo lo que ve y experimenta durante los primeros 5 años de su vida.

Si el niño ve en este tiempo que mamá y papá tienen muy malos hábitos económicos, puede que termine percibiéndolo como algo normal e incluso como parte de una zona de confort en la cual se le hará casi imposible salir más adelante.

Punto número 2: Eres el primer contacto de tu hijo con el mundo real por lo tanto lo que digas es importante. Los niños se creen todo lo que le dices, si le dices que el dinero es sucio y no debe tocarlo, lo creerá. Si le dices que las personas que tienen mucho dinero son malas o lo consiguen de una mala manera, también lo creerán. Más adelante no podrá ganar dinero por mucho que lo intente y lo más frustrante de ello es que difícilmente podrá comprender la razón.

Así pues, ¿cómo introducir a los niños y el dinero de una manera sana?

Con detalles mínimos que hacen una gran diferencia.

Mujer con un cerdito de ahorro los niños y el dinero

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  • Inclúyelos en las cuentas del hogar, explícale cómo funcionan. Debes hacerlos parte del proceso.
  • Crea presupuestos para diversas áreas: Comida, Coche, salidas familiares, etc., que tus hijos sean testigos de buenos hábitos de ahorro.
  • Dales un «domingo» y enséñales a ahorrar.
  • Deja que te ayuden en las compras del hogar, que siempre tengan en cuenta el presupuesto destinado.

Y sobre todo, sé el ejemplo a seguir. Tus buenos o malos hábitos podrán ser los de tu hijo algún día.


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