¿Sabías que vivir una vida plena y en paz depende de la capacidad que tenemos para gestionar lo que sentimos y pensamos?
Desde que somos pequeñitas, nuestro entorno, la educación, la familia y todo lo que nos rodea hace que aprendamos una serie de creencias, que al paso del tiempo pueden llegar a convertirse en verdades ciertas o absurdas si no las cuestionamos y vemos “para qué pensamos o sentimos eso que creemos es verdad”.
Esas verdades se convierten en limitaciones que nos desconectan de la esencia que somos y todo se vuelve muy enredado con el paso del tiempo, nuestra autoestima se puede ver afectada, atraemos a nuestra vida relaciones no tan sanas y nos vamos rodeando de situaciones o momentos inconscientes por no estar presentes en lo que pensamos y sentimos, por lo que la inteligencia emocional puede ayudarnos.
La inteligencia emocional es una habilidad que todos podemos tener para gestionar las emociones, tanto las propias como identificar la de otros, podemos hacerlo desde la responsabilidad y empatía. El objetivo de desarrollar esta habilidad es romper con aquello que no nos deja crecer para poder ser auténticos y libres. La inteligencia emocional también se encarga de gestionar los miedos, las culpas, las dudas que tantas veces nos pesan y nos hacen reaccionar ante circunstancias de manera no muy empática; pero responsabilizarnos y tomar consciencia es el primer paso.
Quiero mostrarte algunos beneficios si logras gestionar y desarrollar tu inteligencia emocional:
- Mejorará el rendimiento laboral y productivo de tu empresa y de los equipos que gestionas: ya que eres el ejemplo a seguir, nos guste o no todos aprendemos por imitación, por lo que vemos, escuchamos y sentimos, así que entre mayor sea tu inteligencia emocional, mayor bien puedes generarle a tu negocio.
- Dejarás de vivir con ansiedad y estrés tu día a día y la toma de decisiones: ser líder de familia, de negocios, de equipos, de proyectos, hace que cargamos con una responsabilidad altísima y nuestra ansiedad y estrés se ven siempre vulnerables. El tener una inteligencia emocional sana beneficia, ya que en lugar de reaccionar en momentos de alta intensidad, contamos con mayor cautela al tomar decisiones y acciones.
- Establecerás relaciones más significativas favoreciendo el bienestar y equilibrio emocional: ya no eres reacción ni toxicidad, construyes en consciencia y en pro de ambas partes. Esta es una de las que más me ha enseñado, porque anteriormente cuando no era consciente de mi baja inteligencia emocional, elegía en mi entorno toxicidad y relaciones que drenaban mi energía. Cuando comencé a trabajarla y a reforzar mi manera de ver mi entorno, se benefició mi emoción y mi bienestar en la gente que construía junto a mí.
- Te gestiona la manera sana de pensar y sentir las emociones: aprendes a ser empática y a diferenciar tus pensamientos sanos a los no tan sanos, por ejemplo esos pensamientos de auto-saboteo o de desaprobación o descalificarse: drenan. Cuestiona tu emoción sin dejarte llevar por lo que sienta, ser empática contigo inicia para sanar tu inteligencia emocional y comprender tu manera de pensar.
- Te ayuda a manejar los conflictos personales y profesionales: sobre todo cuando las cosas no están saliendo como esperabas o cuando alguien no tiene un nivel de empatía y flexibilidad alta. Si tu cuentas con inteligencia emocional asertiva, será sencillo lidiar en momentos de conflictos con gente que no es abierta al negociar o conversar.
Trabajar la inteligencia emocional abre caminos para el trabajo y la vida, ya que cualquier tipo de relación que tengas en tu exterior, vecinos, relaciones familiares, conocidos del colegio, padres de familia, socios, cercanos o quien sea con el que te topes, será un mundo de emociones al igual que tu; entre más consciente seas en cómo es tu comportamiento en momentos de altos estrés o en momentos de alta vulnerabilidad y llegas a tener un mayor conocimiento de tu persona, más fácil será que comiences a entrenar tu habilidad y ser inteligente en momentos de caos humano.
Date el tiempo para vaciar todo lo que te saca de ti, todo lo que te hace entrar en conflicto y cuestiona cómo sería el comportamiento que tendría una persona con una inteligencia asertiva o positiva.
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