Una de las tradiciones imperdibles para despedir un año y darle la bienvenida al que viene, es comer 12 uvas justo a la media noche del 31 de diciembre; pero, ¿sabes lo que significa este ritual?
Pasan y pasan los años y adoptamos tradiciones sin saber la raíz y lo que significa. No está mal que lo hayas hecho sin un previo estudio pero ahora, este ritual tendrá más valor cuando sepas todos sus detalles.
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Una bonita sensación
Se arregla la mesa, se seleccionan las 12 uvas para cada miembro de la familia junto a la copita de Champán que no puede faltar.
Empezamos sentir ese nudito en el estómago, recordando, dando gracias, pidiendo perdón y pensando: «salud por lo que ya fue y por lo nuevo que viene», saboreando cada uva, acompañado de las 12 campanadas y esperando el momento de decir ¡Feliz Año!
Es la ocasión más íntima que puedes tener contigo misma un 31 de diciembre. Se te olvida todo, los problemas de trabajo, las asperezas familiares, el problemita con tu pareja, etc. Realmente es un momento emotivo con sabor a 12 uvas.
¿Por que 12 uvas a las 12 de la noche?
Esta tradición llega a nuestra América Latina, a través de España hace muchísimos años atrás, y es un ritual realizado como símbolo de buena suerte durante todo el año.
Es decir, para tener 12 meses de pura dicha y buena racha, hay que comer justo a las 12 de la noche del 31 de diciembre, 12 uvas (no importa su color o tamaño, pero sí la cantidad).
En en libro «España», del periodista estadounidense Jeff Koehler, se habla de dos teorías sobre los orígenes de esta antigua costumbre.
La primera:
«Se remonta a la década de 1880. Según diarios de la época, la clase burguesa española, imitando a la francesa, comenzó a celebrar Nochevieja comiendo uvas y tomando vino espumante.»
«Poco tiempo después, esta costumbre fue adoptada por ciertos madrileños que iban a la Puerta del Sol para oír las campanas de la medianoche y, muy probablemente con ironía o como burla, comer uvas al igual que la clase alta», escribe Koehler en un artículo para la radio estadounidense NPR.
La segunda:
Fue aproximadamente en 1909. Ese año los productores de Alicante, en el sureste de España, tuvieron una cosecha excedente de uvas blancas de la variedad típica del lugar, llamadas Aledo.
Al bajo precio del producto se sumó la forma creativa de venderlo. No en vano, hasta hoy en día son conocidas como las uvas «de la buena suerte».
En España es más fácil conseguir las uvas Aledo para hacer este ritual, sin embargo, en América Latina, se empezó esta costumbre con pasas y posteriormente, adoptamos la tradición de comer uvas de cualquier tipo, pero con el deseo y la creencia del ritual.
Ahora que ya tienes la historia de este bello ritual, síguelo haciendo con fe y con la mejor de las vibras. Recuerda que somos energía.
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