He observado que en ocasiones los veganos parecemos estar en una cámara de eco, para nosotros los preceptos de vida con lo que regimos nuestro día a día están muy claros (aunque a veces se nos dificulte llevarlos a la práctica), son bastante obvios, vamos. Por eso es que hoy decidí hablarles de un tema que por sentido común uno concluiría, sin embargo, si como especie nos sentimos lejanos a los animales terrestres no humanos, ¡que va!, de los acuáticos estamos aún más ajenos.
¿Los peces sienten? Esto dicen los expertos…
Los peces son seres sintientes, es decir, tienen la capacidad cognitiva mental que les habilita tener emociones como el miedo, el dolor y la felicidad.
La Smithsonian Magazine, publicó en enero de 2018 un estudio realizado en la Universidad de Liverpool por la bióloga Lynne Sneddon, de las mayores contribuidoras al estudio del dolor en los peces. Entre otros experimentos, hizo uno que consistió en darle elegir al pez cebra entre dos tipos de acuarios, uno sórdido y uno decorado. Los animalitos siempre eligieron aquél que les pareció más animado y donde pudieran socializar.
Otras pruebas similares se han enfocado en evaluar su “autoconciencia”, es decir, el saberse que somos un individuo separado de los demás y del mundo que te rodea. Los ponen a prueba al colocarlos frente a un espejo por un rato, después los marcan con un punto rojo en la cabeza y los dejan nuevamente viendo su reflejo.
“Los animales que se considera que pasan la prueba generalmente cambian su comportamiento: se mueven alrededor del espejo para ver mejor la marca y tratan de eliminarla”.
Para que tengamos una referencia de la autoconciencia, los bebés humanos pasan esta misma prueba hasta los 18 meses de edad, pero se registro que dos especies acuáticas, el pez limpiador y la mantarraya gigante, se han unido al delfín, al chimpancés, y a los elefantes, entre otros animales que han superado este examen. Déjenme decirles, y valga el comentario, que mi cachorra Quinoa se reconoció a sí misma y dejó de ladrarle a su reflejo hasta después de los 8 meses de edad.
Sobre este mismo tema y basándose en un bagaje de estudios realizados, la organización no gubernamental, Compassion in World Farming, enumera algunos de los comportamientos complejos de los peces: el aprendizaje y la resolución de problemas, la comunicación y cooperación, la vida social y la manifestación del dolor. Ésta última la exhiben al liberar hormonas del estrés y al registrar un aumento en su frecuencia cardíaca y respiratoria. Además, si se les droga con analgésicos, también su cuerpo expresa un alivio al dolor.
“Los peces tienen los receptores y fibras nerviosas necesarias para detectar episodios dolorosos, tanto las fibras A-delta que transmiten el primer dolor agudo como las fibras C que transmiten el tipo de dolor más punzante y continuo”.
Al igual que todos los animales humanos y no humanos, los peces cuentan con un sistema nervioso central, por ende recuerdan las fuentes de dolor, les da la pauta para su comportamiento, sus decisiones y para evitarlo. Así que cuando los vemos moverse mientras mueren, no porque sea un reflejo involuntario de su cuerpo, es porque están muriendo con dolor y de asfixia.
Todos los seres acuáticos son sintientes como tú y como yo, por eso los veganos no los consumimos. #GoVegan
Referencias:
https://www.smithsonianmag.com/science-nature/fish-feel-pain-180967764/#voELkh8TxLgJOgfF.01
https://www.ciwf.es/nuestras-campanas/redescubre-los-peces/
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