Pocos lo saben, pero el tradicional “salud” que acompaña a todo brindis está directamente relacionado con las uvas de las que está elaborado el vino.

 

Y es que esta fruta, a la que se le considera un integrante de la familia de las moras, contiene componentes especiales que proporcionan potenciales beneficios a la salud. Diversos estudios las han asociado con la prevención del cáncer, enfermedades cardíacas, hipertensión, nefrolitiasis y estreñimiento. Por supuesto que esto no significa que haya que incrementar el consumo de vino, pero sí incorporar más uvas en nuestra dieta. ¿Cómo hacerlo? Añadiéndolas a las ensaladas, como, por ejemplo, la de pollo, combinándolas con piña, durazno y fresas en un coctel de fruta o, simplemente, comerlas para el refrigerio de media mañana.


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