Lo reconozco, quienes no somos nativas digitales tenemos la batalla perdida. Ellos, nuestros hijos, están en un tira y afloja desde que se levantan hasta que se acuestan. Siempre quieren una última partida, un último vídeo, unos minutitos más, porfi, porfi, porfi, mami, anda… Y tú cedes, porque en ese momento su rostro es angelical, y porque sabes que, si le dices que no, vas a descubrir la versión del doctor Jeckyl y míster Hyde concentrada en el metro treinta que mide tu pequeño.

Cuando termina su partida, o tiene tanto hambre que se desconecta de la consola para ir a comer, crees que tu hijo se va a portar bien, una muestra de agradecimiento por haberse salido con la suya. Un win-win. Pero no. En cuanto se desenchufa del diabólico aparato tu hijo está insolente, nervioso, contestón, a disgusto con todo y en guerra con el mundo, en especial con sus hermanos.

Comienza la batalla. Tú, con la paciencia por los suelos, él, con ganas de soltar toda su adrenalina y su tensión acumulada en los videojuegos… El resto es el día a día de cualquier familia con nativos digitales.

Creo que esto nos pasa porque no estamos a su altura. O sea, ellos van mucho más avanzados que nosotras. Ahí nos entra la duda. ¿Se quedará sin amigos si no está on line? ¿Le dejarán de lado si no juega a lo mismo que los demás? Y luego está la parte educativa de los videojuegos, toda la información que pueden encontrar en Internet, todo lo que pueden aprender con las apps… Ay, ¿qué hacer?

Creo que hay que aceptar a las nuevas tecnologías como si fuera una mascota que ha entrado en casa. Si le consentimos todo acabará echándonos el sofá, así que solo nos queda una: NORMAS. El otro día vi en el consultorio médico estas que aquí comparto. Veréis que son puro sentido común. ¡Espero que os sirvan!

  • Recuerda que eres el ejemplo a seguir para tus hijos.
  • Fomenta hábitos de vida saludable.
  • Respeta las horas de sueño.
  • Fomenta actividades al aire libre y en familia.
  • Usa contraseñas complejas.
  • Pacta normas con tus hijos sobre el uso de las TIC.
  • Supervisa lo que hace tu hijo cada vez que se conecta a la red.
  • Comparte sus gustos y aficiones (ejem… sí, te va a tocar jugar a Fortnite)
  • Enséñale a navegar de forma responsable por Internet.
  • Sitúa los dispositivos electrónicos en un lugar de uso común y a la vista de todos.
  • Lo que subes a la red se queda en la red. No facilites información personal. Protege tu privacidad.
  • Tapa tu webcam. Pueden acceder a ella y conseguir imágenes tuyas.
  • Si tienes problemas pide ayuda y si eres víctima de un delito denuncia.

Síguenos en redes sociales como @KENArevista: