¡Qué difícil se hace controlar nuestros pensamientos! La mayoría de las veces se convierte en ese enemigo interno que nos aleja de nuestra verdadera esencia y la realidad.
Si sientes que alguien quiere cambiar algo de ti solo para su beneficio ¡stop! eso no es sano. Por lo tanto, ¡tú tampoco pretendas cambiar a los demás!