Una secreción anormal de estrógenos y progesterona podría provocar alteraciones en la microbiota intestinal de las mujeres embarazadas, situación que tendría como consecuencia el desarrollo de depresión posparto.
Un desequilibrio en la microbiota intestinal podría desencadenar un proceso inflamatorio capaz de alterar las barreras de protección del organismo y provocar neuroinflamación. ¿Sabías esto?