Si tu pareja te propone realizar las tareas domésticas en 50/50, hay un par de cosas que ambos deben de saber antes de comenzar. ¿Cómo hacerlo equitativamente sin morir en el intento? Recuerda que las reglas claras conservan relaciones.
“Aligerar la lista”
Tu pareja puede pensar que aligerar la lista es hacer la mitad de una tarea, para que tú hagas la otra. Pero esto depende de la tarea. Puede que lo vea así y la realidad sea que sólo cambia de una tarea a la otra y la lista de deberes, en vez de estar a la mitad, se encuentra del mismo tamaño con un par de sustituciones. Equidad, pues.
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Ejemplo: Tu pareja le da de comer a los niños y tú los acuestas, además de ello limpias la cocina. Acá sólo se sustituye una tarea por otra y de igual forma realizas dos, por otro lado tu pareja realiza sólo una, pero vamos a observar con lupa cada una de ellas.
Micro acciones, a veces ocultas
Las micro acciones también cuentan. Darle de comer al niño implica cocinar, servir, sentarse con ellos y limpiarlos. Acostarlos implica bañarlos, colocarle la pijama, enviar la ropa anterior al cesto de ropa sucia, cepillarle los dientes, leerle un cuento y quedarse allí hasta que se duerma.
foto de jennifer burk en unsplash
Además de ello, toca limpiar la cocina. No suena muy justo, ¿verdad? Antes de asignar cargos para “aligerar la lista de deberes” lo primero será evaluar todas estas pequeñas tareas que trae consigo cada una. De esta manera el esfuerzo será más equitativo. Eso sí, también piensen en las otras cargas del día y, por supuesto, en los talentos. ¿Te toca cocinar pero lo odias y él lo ama?, fácil, que él cocine. O quizá, cambiar en semanas, así ambos sabrán lo que implica cada tarea.
¿Has realizado tareas domésticas en 50/50 con esta técnica?
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