Prioricemos la salud mental y justo hoy, concienticemos un poco más sobre el trastorno bipolar. Dejar para luego la atención no es es plan.
Todos los 30 de marzo de conmemora el día Mundial del Trastorno Bipolar, una condición emocional que limita y transforma la vida de quien la padece.
Trastorno bipolar
Es un trastorno del estado de ánimo cíclico y crónico, que combina dos tipos de cuadros: la depresión y la hipomanía. Para que puedas entender mejor: las personas que lo padecen pueden estar pasando por un estado de excitación y euforia al tope y pasar a una depresión severa en minutos.
Los especialistas explican que la causa principal de este trastorno emocional es un desbalance químico del cerebro, pero afirman que también pueden originarla algunos factores emocionales.
El trastorno bipolar causa altibajos emocionales, mientras que la depresión provoca un estado de ánimo bajo constante.
Trastorno bipolar, ¿cómo podemos ayudarlos? Foto: Chalo García en Pexels
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¿Hay diferencia entre trastorno bipolar y depresión?
La neuropsiquiatra Dorotea Agote del Hospital Argerich, atiende pacientes con estos dos diagnósticos y explica que existe la depresión unipolar y la bipolar.
Es decir, ambas tienen características distintivas, pero a su vez la depresión bipolar puede involucrarse con otros tipos de cuadros, como las manías y las hipomanías.
El trastorno bipolar afecta entre el 2% y el 5% de la población. Mayormente, se da a los 20 años.
¿Es hereditario?
Si puede ser hereditario, pero la genética no es el factor común en este padecer. También se puede desencadenar por factores estresantes, algún evento traumático (como la muerte de algún ser querido, accidentes, etc.), duelos, entre otros.
De igual forma, el médico especialista podrá dar con la raíz del trastorno y a partir de este momento, se empezará a tratarlo de forma más puntual y efectiva.
Tiene un componente, la genética no determina por sí sola; pero también puede originarse por un factor estresante. Algo traumático, como una muerte, un duelo o un evento similar.
A pesar de que este trastorno no se cura, la misión del especialista es lograr que su paciente tenga calidad de vida, toda su vida sin necesidad de tenerlo sedado siempre.
Si tienes algún conocido con esta condición, la recomendación es que los escuches siempre. Es mejor formar un equipo y consolidar nexos a través de afectos.
Buena salud mental en medio del caos, ¿se puede?
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