Por: Marichu Rodríguez
Fuente: California Almonds

1.- Ahorrar calorías. Utiliza harina de almendra en vez de pan molido para cocinar carne, verduras u otros alimentos.

2.- Obtener vitalidad. Agrega mantequilla de almendra a tu cereal del desayuno para añadir 6 g de proteína por porción.

3.- Reducir el picor. Mezcla mantequilla de almendra en un platillo picante.

4.- Sustituir la leche. Haz leche de almendra casera. Remoja en agua 1 taza de almendras sin tapar durante 1 o 2 días. Escurre y desecha el agua. Enjuaga las almendras y licúalas con 2 tazas de agua fresca a velocidad alta. Cuela bien con una gasa y agrega un poco de vainilla, endulzante o canela. Refrigera hasta por 2 días.

5.- Espesar. Utiliza las almendras sobrantes de la leche de almendra casera como agente espesor de sopas y guisados.

6.- Lograr cremosidad. Mezcla leche de almendra en tu licuado o café.

7.- Obtener una bebida original. Prepara té de almendra y prueba una bebida caliente, cremosa y única. Tuesta en el horno 1 taza de almendras blanqueadas a 190˚C durante 15 minutos (hasta que estén ligeramente tostadas) removiendo ocasionalmente. Vacíalas con cuidado y licúa con 2 tazas de agua a velocidad alta. Cuela las partes sólidas y agrega endulzante y especias como canela y cardamomo.

8.- Crear una crema saludable. Haz tu propia crema de almendra. Coloca 2 tazas de almendras naturales o tostadas en un procesador de alimentos y mezcla durante 20 a 30 minutos; detén el procesador y raspa los lados del recipiente, según sea necesario. Aunque toma bastante tiempo, el resultado será suave y cremoso.

9.- Hacer una cobertura sin gluten. Utiliza harina de almendra cuando necesites una cubierta sin gluten para tu postre crocante de fruta.

10.- Disfrutar de la tele. Mezcla almendras enteras tostadas con queso parmesano y añádelas a tus palomitas.


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