
Nuestro trabajo, muchas veces se lleva el mayor porcentaje del tiempo de nuestro día. Por lo mismo, tanto las personas como las actividades que realicemos en él serán determinantes en nuestro bienestar emocional. Desafortunadamente, no todo es miel sobre hojuelas y cada persona es determinante en las actividades en equipo y los logros de cada empresa. Hay personalidades chocantes o tóxicas que entorpecen o desmejoran el ambiente laboral y entorpecen el logro de los objetivos, veamos cuatro tóxicos en el trabajo y cómo lidiar con ellos de acuerdo a un estudio reciente de UBITS.

Los 4 tóxicos en el trabajo y cómo lidiar con cada personalidad de estas
Las diferencias que existen entre las personas son oportunidades para consolidar equipos de alto desempeño. Sin embargo, tales diferencias también pueden originar conflictos que dificultan la colaboración y, por lo tanto, los resultados.
En esta oportunidad UBITS, plataforma de capacitación corporativa, desde su bit “Gestión de personas difíciles”, da a conocer los diferentes tipos y rasgos de esos compañeros que pueden tener personalidades complicadas, además de los principios y claves para poder manejar efectivamente las relaciones desde la asertividad y la empatía dentro y fuera del trabajo, con el fin de lograr beneficios y bienestar para todos.
Las personas difíciles son aquellas que, por su manera de ser e interactuar, crean dificultades en sus relaciones personales.
“Estas, en lugar de generar un comportamiento voluntario e intencional, no tienen control sobre sus propias reacciones”,
Joaquín Terrazas, asegura en el bit, el profesor de UBITS, quien también es consultor, mentor y Coach de negocios.

Las 4 personalidades tóxicas del trabajo más comunes
Existen, por lo menos, cuatro tipos de personas difíciles.
- En primer lugar, los narcisistas son personas que se centran en sí mismas, en sus intereses y prioridades. A nivel neuronal, pueden tener una deficiencia de células espejo, que son las que facilitan la empatía. Tienen condicionamientos infantiles que acentúan su egocentrismo, como la ausencia de la necesidad de compartir y negociar con sus pares.
- En segundo lugar, los dependientes centran su discurso en torno al “tú” y al “ustedes”, ya que evitan hablar o considerarse a sí mismos. Una de sus características es que necesitan mantener vínculos constantes con otros a quienes someten su voluntad.
- En tercer lugar, los histriónicos necesitan ser el centro de atención, ya que durante su infancia carecieron de esta o, por el contrario, la recibieron en exceso. Esto los hace personas improductivas, poco colaboradoras y muy competitivas en sus trabajos, incluso generan una competitividad interna innecesaria en las organizaciones.
- Por último, los obsesivos compulsivos necesitan mantener el control, probablemente porque el ambiente familiar en el que crecieron fue inseguro o inestable. Aunque su “perfeccionismo” suele verse como algo positivo y deseable en el entorno laboral, en realidad, tienden a ser exigentes a un extremo impráctico e improductivo, lo que no facilita el trabajo colaborativo.

Cómo lidiar con los tóxicos en el trabajo
También, UBITS brinda algunos principios que pueden ayudar al momento de lidiar con las personas difíciles:
● El autoconocimiento: aunque nos veamos al espejo todos los días, aún hay muchas cosas de nosotros que no sabemos, y las ignoramos porque no son evidentes; sin embargo, lo más seguro es que sí lo sean para los demás.
● El autorrespeto: para gestionar a las personas difíciles es preciso cuidar nuestro círculo de seguridad y no caer en provocaciones. Ten presente que no debes responder a todas las agresiones. Pregúntate y pregunta: ¿es realmente necesario discutir por esto?, y, de ser así, ¿existe otra forma de abordarlo?
● Mantener la calma: en un conflicto participan, al menos, dos personas: quien lo busca y quien le da cabida. Si mantienes la calma, propicias un ambiente de conciliación.
● Enfocarse en el objetivo: mantén tu foco en la solución de la dificultad, no en la persona. Si no hay objetivo o problema, entonces es una discusión vana y sin sentido; aclara la situación y continúa en tus labores. No juzgues a la persona ni tomes el problema como algo personal.
● Evitar juegos de manipulación: existen diversos juegos en las relaciones personales en los que caemos sin darnos cuenta. Para evitarlos hay que conocerlos e identificarlos cuando se presentan.
● Asertividad: sé asertivo, no aceptes lo que no quieras aceptar y no rechaces lo que no quieras rechazar. Acepta a la persona, pero no a la solución no deseada.
● Abordamiento: gestiona, no ataques; hazlo en el tiempo y el espacio que proceda, sin forzarlo. Aborda a la persona sin juzgarla y busca sus talentos, habilidades y capacidades con atención, apertura e interés por sus aportaciones.

Cuéntanos en los comentarios de abajo si has tenido que padecer a alguna de la las personalidades tóxicas en tu trabajo o compártenos cómo lidiaste con ello en @kenarevista #vidalaboral
**Con información proporcionada por Margarita Robles-Martínez para Nasci Comunicación
Te comparto otra nota que describe qué tanto está relacionado el bienestar emocional con la productividad en el trabajo.
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