Las etiquetas nos permiten conocer con qué vamos a alimentar a nuestro cuerpo. Descifrarlas ayuda a tomar buenas decisiones (en serio, la vida es antes y después de aprender a leerlas).
Las etiquetas son los datos que las empresas alimentarias tienen que ofrecer sobre sus productos. Su principal función es darnos a conocer las características nutricionales. La lista de ingredientes debe ir de mayor a menor peso en los productos alimenticios.
Por ley, todos deben estar etiquetados correctamente e indicar su composición. En la mayoría suele encontrarse la denominación del producto, datos de elaboración, identificación del lote, fecha de producción y de caducidad, precio y contenido neto.
¿Qué trae la tabla de información nutricional?
- Tamaño de la porción. Este dato indica el total de la porción y cuántas se encuentran en el producto. Se presenta indicando la cantidad en gramos o mililitros, junto con su equivalencia en medidas de referencia como taza, vaso, cucharada, unidad, etc.
- Porcentaje de valor diario. El porcentaje (%) de valor diario (VD) es una guía general para conectar los nutrientes en una porción de alimento para su contribución a su dieta diaria. Puede indicar qué tan alto o bajo es el alimento en cuanto a nutrientes:
* 5% o menos es bajo.
* 20% o más es alto. - Valor energético (calorías). Las calorías indicadas equivalen a una porción del alimento. Como dato:
* 40 calorías o menos es bajo.
* 100 calorías es moderado.
* 400 calorías o más, es alto. - Grasas. La etiqueta indica el aporte total de grasas:
* Grasas saturadas (grasas malas).
* Grasas insaturadas (grasas buenas).
Estas son las necesarias para el buen funcionamiento del organismo.
* Grasas monoinsaturadas, poliinsaturadas, ácidos grasos insaturados y grasas trans; que son las menos recomendables, pues aumentan el colesterol “malo” y disminuyen el colesterol “bueno”. - Hidratos de carbono y azúcar. Los azúcares aparecen desglosadas dentro de los carbohidratos. Es conveniente estar pendiente del número que aparece en el total del azúcar que contiene el alimento y el azúcar añadida. Aunque adelante diga “sin azúcar añadida”, puede contener azúcar de fruta, que es lo mismo.
- Proteínas. Deben representar entre el 10% – 15% de las calorías totales.
- Sodio/Sal. Es fundamental conocer si un alimento contiene sodio y en cuanta cantidad. Mientras menos tenga, mejor será.
- Fibra. Un nutriente clave en toda dieta. Lo ideal es que contenga más de 5% de fibra.
- Vitaminas y oligoelementos. Aparecen en pequeñas cantidades.
- Trazas de alérgenos. Son restos de frutos secos, soya, gluten, etc. Es importante conocer la cantidad de trazas en caso de padecer alergias o ser celíaco.
Recomendaciones:
- Compara productos y selecciona el que tenga más bajo contenido de calorías y grasas (menos de 3 g) y de sodio.
- Observa la fecha de elaboración y de vencimiento.
- Evalúa los ingredientes, aditivos y edulcorantes. Evita la fructosa.
¿Cuáles productos debemos evitar?
- Aquellos que no indiquen en su etiqueta de forma clara la información básica que deben incluir de acuerdo a la legislación vigente.
- En casos como los celíacos, los alimentos que contengan gluten.
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