¿Este año cerraste o estás por cerrar un ciclo laboral? Te decimos cómo salir victoriosa de esta experiencia.

Cerrar un ciclo laboral puede llevarte a una feroz sacudida emocional, pero también puede abrir puertas que jamás te imaginaste. Cierra y déjate ir.

👩 Introspección: Los cierres laborales son emocionalmente difíciles. Cualquiera que sea la situación por el que se lleve a cabo siempre es difícil. Primero que nada, debes estar consciente emocionalmente de que es importante reflexionar sobre este momento. ¿Qué aprendí, qué me llevo de esta experiencia, qué puedo mejorar o di realmente lo que podía o debía dar? Son algunas de las preguntas que debemos hacernos para poder ir cerrando un ciclo laboral de manera sana.

🙅‍ Amigos y enemigos: Los amigos, queramos o no, son siempre un estímulo para nuestro trabajo, ellos nos acompañan y están más tiempo con nosotras que nuestras mismas familias parentales. Es inevitable que cerrar con ellos una etapa sea complicado y hasta nostálgico. Si tuviste la fortuna de hacer nuevos amigos, conserva contactos y véanse frecuentemente; si tuviste amigos con aprendizajes profesionales, no les pierdas la pista, nunca se sabe cuándo podrás necesitarlos.

Si tuviste compañeros que te hicieron la vida imposible o con los que simplemente no pudiste hacer «clic», déjalos ir de tu vida, de tus pensamientos negativos y sigue sin mirar atrás.

🤦‍Despidos: Los despidos son un puñal que duele en todos los sentidos. Por cualquiera que sea el motivo, es importante que trates de pensar en las oportunidades que, a veces, estas situaciones nos dejan y, de alguna forma, ver el lado positivo. Quizás otro trabajo mejor está por llegar, quizás esa compañía no estaba valorando realmente tu trabajo, quizás es momento de replantearse metas y objetivos más claros. La sacudida de un despido puede moverte de pies a cabeza y he visto más gente exitosa después de un evento así, que gente trabajando por nada y para nada.

🕧 Rutinas: La rutina es uno de los ciclos más difíciles de cerrar, pero, por fortuna, pasará rápido. Busca y explora nuevos caminos, rodéate de gente que te anime a tu nuevo proyecto y conserva algunos de tus rituales de oficina para no extrañar demasiado.

🙌 Nuevas oportunidades: Cerrar un ciclo laboral es una ventana abierta a un mundo de posibilidades que, curiosamente, no siempre tiene que ver con lo que hacías antes. Anímate a dar el paso y recibir lo que venga con fuerza y mucha pasión. A veces armar nuestra “cajita del último día” es un buen ejercicio para soltar. Llévate los momentos de aprendizaje y las buenas amistades, lo demás déjalo, repártelo o tíralo a la basura.

 

 

 

 

 

 


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