La depresión es una enfermedad mental caracterizada por sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza, y una pérdida de interés en las actividades diarias y es más que una respuesta normal ante situaciones difíciles, es una condición clínica que puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, género o trasfondo.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica, se estima que el 5.8% de la población mexicana ha experimentado algún episodio depresivo a lo largo de su vida, siendo las mujeres las que tienden a mostrar tasas de depresión más altas con un 8.2% y los hombres con 3.3%.
“La depresión puede afectar a personas de todas las edades, pero algunas investigaciones sugieren que los jóvenes y los adultos mayores pueden ser grupos especialmente vulnerables”, indica Gina Chapa.
Es importante saber que la depresión es más que simplemente sentirse triste. Se trata de un trastorno del estado de ánimo que puede tener un impacto significativo en la vida cotidiana y en la salud mental de quienes la experimentan.
10 señales de depresión, ¡alerta amiga!
Sin embargo, existen ciertos criterios que se utilizan para determinar si una persona está experimentando un episodio depresivo, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) tales como:
1. Estado de ánimo deprimido. Sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza o vacío.
2. Pérdida de interés o placer. Disminución del interés en actividades que antes resultaban agradables.
3. Cambios en el apetito o peso. Pérdida o aumento significativo de peso sin razón aparente.
4. Problemas de sueño. Insomnio (dificultad para conciliar el sueño o mantenerlo) o hipersomnia (dormir en exceso).
5. Agitación o enlentecimiento psicomotor. Inquietud o retraso observable en las acciones y movimientos.
6. Fatiga o pérdida de energía. Sensación constante de cansancio o falta de energía.
7. Sentimientos de inutilidad o culpa excesiva. Pensamientos negativos sobre uno mismo y sensación de culpa desproporcionados.
8. Dificultades para concentrarse o tomar decisiones. Problemas para concentrarse, recordar detalles o decidir cualquier tipo de acción a seguir.
9. Síntomas físicos. Dolores corporales y malestar sin explicación médica.
10. Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio. Ideación o intentos de autolesión.
¿Cómo ayudar?
♦ Observa cambios en el comportamiento
Presta atención a alteraciones significativas en el estado de ánimo, comportamiento o hábitos de la persona.
♦ Comunica tu preocupación
Habla abierta y sinceramente sobre tus observaciones y preocupaciones, mostrando comprensión y apoyo.
♦ Escucha sin juzgar
Brinda un espacio seguro para que la persona comparta sus sentimientos y experiencias sin temor al juicio.
♦ Ofrece apoyo emocional
Hazle saber que no está solo y que estás ahí para apoyarle en su camino.
♦ Anima a buscar ayuda profesional
Motiva a la persona a hablar con un profesional de la salud mental para obtener orientación y tratamiento.
¡Presta atención a este tema, es realmente importante para ti y los que te rodean!
Foto principal Ben Blennerhassett, Unplash
Fuente: TILA
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