¿Qué dijo? ¿Qué hice? ¿Cuándo…? ¿Cómo …? ¿Dónde…? Preguntas frecuentes cuando tenemos problemas con la atención y los recuerdos…

¡Ay, se me olvidó…!

Cuando tenemos mil cosas que hacer (ir, venir, subir, bajar, entregar, resolver, cocinar, lavar, limpiar, y sacarle las pulgas a nuestra mascota) algo pasamos por alto. Es normal que por tanto estrés las cosas se nos olviden o no recordemos qué dijo fulano en la reunión del lunes pasado.

Sin embargo, los médicos siempre recomiendan que cuando tengas consecutivos episodios de olvido o mente en blanco, visites a tu especialista y te hagan un chequeo de rutina. Esta cuestión de prevenir en vez de lamentar, va muy en serio.

Pero mientras tanto, ¿qué tal si hacemos unos ejercicios diarios para activar la atención plena? Parece ser no tan difícil según lo que explican los expertos de Mujersanaorg.

Por ejemplo, cuando nos levantamos, solemos correr hacer los quehaceres mañaneros antes de ir al trabajo. Pues el primer consejo es que antes de activarte, dediques 5 minutos disfrutar de los sonidos de la naturaleza.

Abre tu ventana, escucha cómo cantan los pajaritos, el ruido del vaivén de la brisa o como suenan los árboles cuando sus ramas choca. Tomar ese primer cafecito del día mientras miras y respira naturaleza, es siempre una terapia pro bienestar. Si no encuentras nada de esto, pon algún sonido en YouTube que lo recuerde.

Tener conciencia de nuestro cuerpo y emociones durante el día es muy importante. Cuando estés manejando, caminando o en el transporte público, activa la respiración profunda y explora cómo se siente tu organismo cuando realizas esta rutina o terapia: tu estómago, tus manos, piernas,  y cuerpo entero. Internaliza lo que sientes y cómo lo sientes. ¡Ayuda bastante!

De igual forma, realiza este mismo proceso cuando estés en tu trabajo. ¿Ya estás al frente a la computadora? Préstale atención a tu respiración, cuerpo, sensaciones y emociones y si lo acompañas de mantras positivos, pues mucho mejor.

¿Qué pasa con lo que está en nuestro entorno? Detállalo siempre, disfruta de las cosas que están a tu alrededor, observa a la gente que sonríe, detalla cómo son los lugares más cercanos al sitio que frecuentas, aprecia los árboles, flores y jardines que te rodean y captura con la memoria eso que has visto mientas caminas y te ha llamado la atención. ¡Seguramente no lo olvidarás tan fácil!

Si aplicas este proceso desde que te despiertas y te enfocas en lo positivo y en los detalles que sumen a tu vida, créeme que no lo podrás olvidar.

 

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