Los cafés del mundo

El mundo del café es tan variado y cada país tiene su propia versión. Están los simples, negros o marrones con más o menos leche y espuma hasta llegar a otros más locos con bebidas alcohólicas e incluso limón. ¿Qué te parece degustar los cafés del mundo en tu propio hogar?

Vietnamita

El café vietnamita es originario de Vietnam y se hace a partir del café de Robusta. Al tener un sabor tan fuerte y amargo, existen 2 maneras de hacerlo: el tradicional y el vietnamita con huevo para aplacar su sabor. El tradicional es sólo café y leche condesada enfriado sobre hielo, lo que da un sabor fuerte y dulce. La segunda opción se prepara con yemas de huevo mezclada con crema y leche, se le añade al café y se sirve sobre hielo o caliente.

Foto: Jonathan Sánchez on Unsplash

Ristretto

Proveniente del mismo lugar que el capuccino y el macchiato. Este café italiano es como tener la mitad de un espresso o un espresso corto para ser exactos. Puede ser preparado de manera tradicional o doble, ambos en 15 segundos, uno con 15ml de agua y otro con 30ml. Es dulce, suave e intenso, sin llegar a ser amargo.

Foto: Nathan Dumlao on Unsplash

Bombón

Es un café español muy artístico, pues suele servirse en un vaso transparente para apreciar las separaciones. Mitad expreso, mitad leche condensada y crema para coronar. Es bastante dulce y muy popular en la ciudad española Valencia, aunque no es difícil de conseguir en cafés del mundo.

Los cafés del mundo

Foto: Jolanda Danckaert on Unsplash

Mazagran

Un café portugués perfecto para climas cálidos. El espresso se sirve en un vaso de cristal alto con hielo y se endulza con rodajas de limón y menta; también se le puede agregar un poco de ron al gusto. Es un café frío muy fácil de preparar.

Los cafés del mundo

Foto: Zachary Keimig on Unsplash

Pharisäer

Es un café alemán lleno de historia. En una época no se permitía el consumo de alcohol en las celebraciones; entonces  un granjero, para celebrar el nacimiento de su hija, mezcló un poco de ron en las bebidas de los invitados, excepto en la del padre. Aunque el padre se enteró y los llamó “Oh, ihr pharisäer” (Oh, ustedes fariseos), la preparación de café con ron y crema batida perduró hasta nuestros días.

Foto: Karly Jones on Unsplash

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