Las situaciones difíciles son detonantes, aunque no lo creas, de un impulso de supervivencia que nos hace actuar de manera más inmediata. Para las mujeres emprendedoras éste ha sido, en muchos casos, el canal de éxito de un «#Yosípuedo y atrévanse a detenerme para comprobarlo”.

Madre emprendedora

La llegada de un nuevo integrante a la familia nos reta a situaciones de mucho trabajo físico y emocional. Sin embargo, eso no es pretexto para que muchas mujeres aprovechen esta etapa para crear y comenzar un proyecto de emprendimiento. Cuando eres madre, emerge algo que nos hace actuar de manera inmediata y tomar decisiones con base en el bienestar del hijo. La economía familiar se desestabiliza y esto nos hace tomar las riendas.

Si estás en esta etapa, aprovecha cada momento de creatividad y dáte tiempo a desarrollarlo. “No sé cómo le hice, pero me di tiempo de meterme a un taller de emprendimientos en una universidad, con el fin de hacer realidad un proyecto que traía en mente”.

¡Estás despedida!

Vivir un despido es, sin duda, un momento de mucha angustia, incluso puede desencadenar en depresión y estrés. Sin embargo, para muchas mujeres ha sido un verdadero alivio. “Recuerdo que cuando me despidieron pasé una semana completamente deprimida. Al poco tiempo comencé a sentir alivio y hasta agradecí que así fuera, si no me hubieran despedido nunca me hubiera animado a terminar un proyecto cultural que me dio la entrada a presentarlo en gobierno”, comenta Doris Carrera.

Me divorcié 

Terminar con una relación en pareja es un proceso complicado y merece mucha atención para recuperarse. Sin embargo, conozco a muchas mujeres que durante esta etapa comenzaron a planear muchas cosas para su bienestar económico. Hace unos meses, una coach de vida me contaba que lanzó su libro en un momento muy difícil para ella. Justo se estaba separando y, por si fuera poco, la habían despedido de su trabajo. Tocó fondo cuando se fue de la casa con los niños y estaba completamente sola. La autora me decía que trató de componerse leyendo y estudiando mucho, y así fue como decidió que se volvería coach. Al poco tiempo lanzó un programa mensual para que las mujeres cumplieran sus retos día a día y fue todo un éxito.

Comenzar en otro lado

Muchas mujeres deciden dejar su país, porque no les da la suficiente seguridad financiera. Ya dejar tu país, tu cultura, tu familia es un paso difícil para cualquiera. Sin embargo, este movimiento fue punta de lanza para realizar un proyecto de vida y cumplir el sueño que siempre desearon. En México, por ejemplo, vemos a muchas mujeres de países suramericanos cumpliendo esas metas que algún día se plantearon.

Como verás, muchas veces son las circunstancias difíciles las que nos mueven y encaminan a lograr nuestros emprendimientos. Por ahí hablan de la famosa “zona de confort” en la que, a veces, nos estancamos y que poco hace para que tomemos decisiones serias al respecto.


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