A la hora de pensar en cómo cuidarnos a nosotras mismas generalmente aparecen las mismas cosas en la lista: hacer ejercicio, comer mejor, cuidar lo que pensamos… y sí, claro que eso lo incluye, pero hay otros detalles que puedes cultivar.
Hay que aclarar que este tipo de «cuidarnos a nosotras mismas» no tiene que ver con mantenernos a salvo ante el peligro, no, en esta ocasión me refiero a consentirnos, «procurarnos», tratarnos bien… demostrarnos amor.
12 maneras de cuidarnos a nosotras mismas
- No eres de palo. En este mundo loco parece que ya no se vale sentir… esto aunado a que no sabemos cómo llamar a lo que sentimos. Nuestra educación emocional no se distingue por haber sido buena mientras crecíamos (habrá excepciones, claro). No se trata de ser una bomba de emociones y decir lo que nos pasa por la cabeza (eso sería imprudencia), sino de conocernos y saber qué sentimos, por qué y ¡no negarlo!
- Si nos sentimos lindas, brillamos. Es cierto. Publicamos un texto que habla de sanar a través de la imagen y tiene toda la razón: vernos lindas nos hace sentir felices. Da clic al final de este texto para leerlo.
- El contacto con la naturaleza nutre. Ya sea caminar descalza, salir de la ciudad de vez en cuando, ¡obviamente abrazar a tu perro! Nos llena de paz, armonía y amor.
- Ver todo lo positivo. Y al verlo, agradecerlo. Generalmente somos bendecidas por pequeñas o grandes cosas, ¡pero optamos por enfocarnos en lo espantoso! No más.
- Disfruta de tu momento, la naturaleza y tu propia compañía. Además, claro, de los beneficios que te brinda ejercitarte. Salir a caminar te da pretexto para tomarte fotitos, pero también de mirar lo que te rodea, de conocer gente y de turistear, ¿por qué no?
- Ve hacia adentro. Sí, meditar nos da la capacidad de tranquilizar nuestras pensamientos, emociones y respiración. Con una respiración más tranquila oxigenamos mejor el cerebro. Con la observación presente, valoramos más y nos preocupamos menos (por lo que pudo haber sido y por lo que podrá ser). Meditar no es dejar la mente en blanco, es solamente permitir que los pensamientos pasen «como una nube en el cielo». Puedes hacerlo siguiendo una meditación guiada, concentrándote en visualizar -con los ojos cerrados- cada parte de tu cuerpo y en la entrada y salida del aire en tu cuerpo.
- Consentir tu cuerpo es básico. Darte cariño, ser amorosa físicamente. No a todo mundo le gustan los masajes, por ejemplo, o las mascarillas. Lo que sea que a ti te haga sentir apapachada, hazlo y no lo canceles por nada.
- La aromaterapia es famosa por sus propiedades de armonización, pero ¿qué tal te sientes cuando entras a un ambiente que huele delicioso? ¡Pues así, siempre, en casita!
- El punto de reconocer tus emociones se complementa con este: llorar no te hace débil, es una forma de desahogo y de expresión. ¡Date permiso para hacerlo!
- Recuerda tus bendiciones, tus amores y momentos felices y enmárcalos. Esto te hace sentir parte de «tu manada» además de hacer mucho más cálido tu hogar.
- ¡Es básico tratarte bonito! Y empieza por el descanso. Además de decirte que sí, hay que dormir tus -al menos- 7 horas cada jornada, hazlo de una manera feliz: en un colchón cómodo para ti, con una almohada que te acaricie y con sábanas que te den la bienvenida. Cámbialas cada 15 días para que siempre huelan rico.
- Date tiempo para la diversión y ese espacio para ti y tu serie, con una bebida que te caiga rico, ¡es indispensable!
Con pequeños cambios todos los días, estaremos en un proceso permanente de cuidarnos a nosotras mismas que se transformará en una vida mucho más positiva y feliz.
Sigue leyendo:
Cómo puedo sanar a través de mi imagen.
Síguenos en redes sociales como @KENArevista: