Un bocadillo sexual, también conocido como rapidín o sexo expesso, ayuda a combatir todo malestar causado por la rutina, punto detonante para el desgaste de las relaciones. ¿Te apetece una meriendita bien cargada?
Un bocadillo sexual no le hace mal a nadie
Sabemos que tener sexo en la misma cama, a la misma hora y bajo las mismas sábanas de siempre, puede quebrantar la salud emocional en pareja.
Lo que diré es que “es importante romper patrones cuando hablamos de sexo” y el doctor Fernando Serrano, Médico cirujano, urólogo y dedicado a la Medicina Sexual, opina lo mismo que yo.
El experto ratifica que una merienda sexual puede constar de masturbación en pareja, sexo oral o una penetración express pero ojo, “sin que nadie se quede sin su respectivo orgasmo.”
“La improvisación cuando el deseo grita, el factor sorpresa y hasta la complicidad para hacerlo fuera del lecho en condiciones inusuales y a veces, hasta alocadas, pueden elevar el grado de excitación en el momento.”
Esto es importante para no perder el apetito sexual con tu pareja y hacer que ambos se deseen aun cuando no estén juntos. (En plena reunión de trabajo recordarte de esos movimientos y sonreír, pero ojo, no precisamente por lo chistosito que es tu jefe).
¿Reglas para un bocadillo sexual?
No hay regla que valga (además del consenso, claro). Si existen las ganas mutuas, el momento y el tiempo necesario para que todo sea un éxito, pues no hay reglas ni pasos para tomar un expresso bien cargado.
Tenemos esa mala creencia que para el amor y el sexo deben cumplirse patrones y esto es falso. Como dicen por ahí, hay que darle al cuerpo lo que pida y mientras sea con responsabilidad, pues todo es válido.
¿Qué ta si llevas en tu bolsa un estimulador tamaño lápiz labial? Impáctalo cuando se presente el momento.
¿Y tú, cuando tienes tu bocadillo sexual? Hazlo y compártenos tus experiencias.
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