Prince fue un cantante que siempre estuvo contra el sistema. No pedía permiso, pero tampoco pedía perdón. Fue auténtico, irreverente y un  showman inédito cuya personalidad andrógina siempre cautivó o por lo mínimo causo curiosidad en sus espectadores. Describir su estilo es casi imposible, pues siempre fue versátil, desde sus inicios “raunchy” usando ropa interior de cuero y cadenas, a su estilizado color púrpura que usó en sus últimos años y que pueden ser descritos como un “Pimp muy estilizado” (palabras de mi tío, su gran fan) la influencia de Prince en la moda siempre fue inspirar. Fue un trendsetter, una persona que siempre estuvo un paso más adelante de los demás. Su constante rechazo en ser parte del sistema en términos de moda se hizo notar en la imaginación de los diseñadores para no sólo poder entender lo que ocurría visualmente sino también inspirarse. Algunos dicen que su mayor influencia fue el color púrpura, otros sus alargados atuendos de capas, sombreros y bastones… otros los zapatos de tacón alto, casi al estilo stripper. Hay que darle crédito: bailar, hacer splits y estar en tours mundiales con este tipo de zapatos, es de campeones. De hecho esta tendencia e influencia se pudo ver en la ultima colección de Hedi Slimane otoño 2015 para hombres donde las botas de seis centímetros de alto fueron el boom. Otros diseñadores como Rick Owens, Hood by Air, han también utilizado su estilo. Al final explorar cada atuendo de Prince en relación año y ocurrencia social se tornaría ya un estudio antropológico. Pero si hay algo de cierto es que estos iconos representan la visual artística de nuestros tiempos. En el caso de Prince sus zapatos, sus atuendo, su estilo cambiante no es más que (como el mismo canto) “A sign o’ the times”.


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