Debido a la situación actual a nivel mundial, hemos aumentado el contacto con diversos dispositivos electrónicos desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir. ¿Sabes cuáles son los efectos que provocan en nuestra piel?, ¿Conoces la luz azul que emiten y las consecuencias nocivas que generan en nuestra barrera cutánea?

Artefactos eléctricos: ¡un fail para nuestra piel!

El uso de dispositivos electrónicos como celulares, computadoras o televisores ha aumentado considerablemente en los últimos meses, pero poco se habla de los daños que causan en la piel.

Los rayos de luz que emiten estos dispositivos penetran en la tez con profundidad y sus consecuencias van desde una piel hiperpigmentada con pérdida de elasticidad y debilitamiento de la barrera epidérmica, hasta signos de envejecimiento prematuro.

Existe una alta concientización acerca de los efectos que el sol provoca en la piel, así como del uso de protector solar como barrera ante los rayos UVB/UVA.

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¿Qué pasa con los rayos que provienen de la luz azul?

Fotos de Pixabay en Pexels

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La luz azul es parte de la “luz visible” que el ojo humano es capaz de percibir, y la emiten fuentes naturales como el sol, y artificiales como los dispositivos electrónicos. Sin embargo, es la luz azul-morada o azul-violeta, presente en computadoras, tabletas, celulares y otros, la que está asociada a la fatiga, estrés visual, degeneración ocular y daño cutáneo.

“Esta luz azul tiene la capacidad de penetrar profundamente en la piel, llegando a la dermis, donde se encuentran el colágeno y la elastina, responsables de mantener la firmeza de la barrera cutánea y la tensión cuya pérdida se manifiesta con signos de fotoenvejecimiento”, asegura Verónica Muchnik, Dermatóloga Oficial de Natura.

En estos tiempos, las pantallas de los distintos dispositivos son utilizadas con mayor frecuencia y no somos ajenos a lo que esto provoca en nuestra piel. A medida que se intensifica la exposición, aumentan de forma gradual los daños, tales como pigmentaciones o manchas en la piel y envejecimiento digital prematuro.

“Actualmente, estamos más en casa y la cantidad de horas que pasamos expuestos a las pantallas ha aumentado, por ello es importante que no dejemos de atender a las necesidades y cuidados de nuestra piel.  Está comprobado que en un día de trabajo común, ocho horas de exposición frente a la computadora pueden ser equivalentes a 20 minutos en el sol del mediodía sin protección, y es muy importante ser conscientes de que el riesgo existe”, explica Muchnik.

Además añadió que “para revertir el envejecimiento digital, es esencial realizar rutinas de cuidado en casa, que protejan nuestra piel y funcionen como un escudo contra estos daños.” Así que ya lo sabes, no hay que dejar de aplicar y reaplicar el filtro solar, incluso, debajo de las gafas -aunque tengan antirreflejante- pues actúan como lupas.

Fuente: Natura



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