¡Madrugar!, vaya que sí cuesta y a veces, nos cansa, pero si cambiamos el chip y lo hacemos desde la razón, podremos configurar nuestra mente y rediseñar nuestro estilo de vida. ¿Por qué?, es importante modificar hábitos y aprovechar nuestro día al 100. La idea es sentirnos y ser productivas.

¿,Madrugar?, un hábito para toda mujer productiva. Foto Pavel Danilyuk Pexeles

¿,Madrugar?, un hábito para toda mujer productiva. Foto Pavel Danilyuk Pexeles

Razones suficientes por las que madrugar no debe ser una opción 

Mayor productividad: Comenzar el día temprano te brinda tiempo adicional para ser más productivo y realizar tareas importantes antes de las distracciones diarias.

Salud 10 de 10: Estudios han demostrado que las personas que madrugan tienden a tener un mejor ritmo circadiano y una calidad de sueño superior, lo que beneficia su salud en general.

Tiempo para ejercicio: Madrugar te da la oportunidad de hacer ejercicio, lo que puede mejorar tu condición física y tu salud mental.

Desayuno saludable: Al levantarte temprano, tienes más tiempo para preparar y disfrutar de un desayuno nutritivo, lo que puede contribuir a una dieta más saludable.

Menos estrés: Comenzar el día con calma y sin prisas puede reducir los niveles de estrés y ansiedad.

Mayor tiempo para planificar: Puedes planificar tu día con anticipación, establecer metas y prioridades, lo que te ayuda a ser más organizado.

Mayor conexión con la naturaleza: Puedes disfrutar de la tranquilidad de la mañana y estar en contacto con la naturaleza si madrugas para dar un paseo al aire libre.

Momento de introspección: La madrugada suele ser un momento tranquilo y silencioso que favorece la reflexión y la meditación.

En resumen, madrugar puede mejorar tu productividad, salud, bienestar emocional y permitirte aprovechar mejor el tiempo. ¡Suerte amiga!



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