Tan tradicional que, aunque se le atribuye su origen al estado de Michoacán, a lo largo y ancho del país se modifica bastante su receta. A este mole lo caracterizan -y colorean- la  pepita de calabaza y el chile verde entre otros ingredientes de la hortaliza, que como te digo, pueden o no estar presentes. Lo que sí, es que se lleva riquísimo bañando pollo o cerdo y siendo acompañado con arroz blanco y frijoles negros.

Aprox. 90 minutos   6 porciones

Ingredientes

6 medias pechugas de pollo, sin piel

1 cebolla

5 dientes de ajo

1/4 k de mole verde en polvo

1/2 l de caldo de pollo, desgrasado

12 ramas de cilantro desinfectado (solo las hojas)

8 hojas de epazote desinfectadas

4 hojas de espinacas desinfectadas

8 tomates verdes, sin cáscara, lavados

1 hoja santa

1/2 taza de pepitas de calabaza sin cáscara

aceite en aerosol

sal

 

Preparación

1. Cuece las pechugas de pollo en agua suficiente con tres cuartas partes de la cebolla y el ajo.

2. Disuelve el mole verde en polvo en el caldo desgrasado.

3. Licua una taza del mole con el cilantro, el epazote, las espinacas, los tomates, la hoja santa y el resto de la cebolla, agregue al final 4 cucharadas de pepitas, vuelva a licuar – pero poco- para obtener textura.

4. Rocía una cacerola con aceite en aerosol, vierte el mole restante  y la mezcla anterior, cocina sin dejar de mover, agrega sal al gusto.

5. Incorpora la carne y sigue cocinando hasta que se mezclen los sabores; si el mole quedara muy espeso, añádele caldo.

6. Sirve y decora con las pepitas restantes.


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