Te has preguntado ¿qué harías si no tuvieras miedo? Miedo a emprender, a reinventarte a volver a iniciar, a comenzar una nueva historia, a equivocarte y seguir adelante, a ganar, a tener logros, a sentir felicidad y realización…

Cuando decidía comenzar un nuevo proyecto trabajaba sin parar horas y horas; mi mente y mi cuerpo no paraban. Tenía tanto miedo que solo pensaba en continuar, brincando obstáculos como en una carrera, arreglando problemas y apagando fuegos como bombero, buscando subsistir y salvar como un súper héroe, me sentía capaz de todo, como si hubiera nacido para vivir en adversidades.

Cuando los resultados de mi esfuerzo iban convirtiendo mi camino gris y difícil en un sendero claro e iluminado, me detenía y reflexionaba. ¿Es real lo qué está sucediendo? ¿Cómo es qué ahora todo va mejorando y los resultados están llegando? ¿Por qué ahora todo mi trabajo es más sencillo? ¿Es normal que haya menos problemas por resolver? Así que me comenzaba a ‘sabotear’.

No creía que los buenos resultados fueran para mí, estaba tan acostumbrada a tener miedo que no me quería librar del mismo. Esto que era tan bueno, volvía a llenarlo de errores, dudas y lo convertía en procesos con nuevos problemas que resolver.

Me di cuenta que me acostumbré y hasta empecé a amar el sentirme prisionera de mis problemas, me volví codependiente de mi propia atadura.

“El miedo es la sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario”. El miedo se detona cuando presenciamos algo desconocido.

No es lo mismo decir y pensar que como emprendedor estás en el camino de lograr tu proyecto, a que ya estés en el proceso de consolidación y decir fracasé. El decir que lo dejaste porque te diste cuenta que no era viable, no es lo mismo a decir que lo hiciste y fracasó. El estigma que como sociedad hemos creado etiquetando los proyectos emprendedores como exitosos o fracasos nos lleva a ser señalados y mantener el miedo a intentar y equivocarnos.

Me ha llevado muchos años llegar a esta conclusión, en el camino he perdido dinero, he dejado pasar oportunidades, he tirado sueños a la basura y hasta creo que en momentos perdí seguridad y cultivé baja autoestima.

Cuando descubrí qué me estaba pasando, comencé a trabajar en ello, entendí que nunca me enseñaron (y yo no aprendí) a “MERECER”, a merecer ganar, a merecer lograr sueños, a merecer tener, a merecer sentir felicidad. Trabajé en quitarme culpas por querer merecer.

Si te has identificado con lo que te he descrito desde mi propia experiencia, es momento de que seas consiente de lo que te sucede, es probable que igual que yo, te estés ‘saboteando’ y que por ello no veas la consolidación de tu esfuerzo.

No importa qué pasado tengas, qué culpas cargues, qué historia te tenga atado, hoy eres libre de elegir, de volar y dejar la prisión del miedo.

Como emprendedor sé y te recuerdo que no hay escenario sin riesgo y que no hay éxito sin haber tenido un proceso con fracasos o contratiempos. Pero hoy estoy segura que de ahí surge mi verdadera experiencia, templanza y resiliencia. Sentir miedo consciente de hará fuerte y sensible. Mantén los ojos abiertos, no dejes de prepararte, toma la oportunidad que llega a ti sin miedo a merecerla.

Gracias por darme la oportunidad de compartirte historias y momentos de mi vida en diferentes facetas.

Jasive Fernández, empresaria, socia y directora Internacional de la marca española Niza, creadora y directora de Jasive By Niza

Intagram: jasivefernandezoficial

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