Muchas personas creen que el ayuno es dejar de comer por varias horas y listo. Si bien es cierto, se cumple un cierto lapso de tiempo con el ayuno pero no es recomendable prolongarlo por más horas de lo recomendado; puede resultar fatal para tu salud.

Los expertos explican que muchos estudios han descubierto que el ayuno bien controlado pueden ser benéfico.

¿Qué es el ayuno intermitente?

El ayuno intermitente es la realización de ciclos regulares de ayuno y alimentación, de forma controlada, para obtener ciertos beneficios.

Diversos estudios señalan que el cuerpo no disminuye su tasa metabólica hasta unas 60 horas después de haber comenzado el ayuno; en las primeras 48 la aumenta.

Esto también se explica de forma evolutiva: “durante las primeras horas sin comida, el cuerpo pone toda su energía a trabajar para intentar conseguirla. Pasado ese tiempo, si no se ha logrado, comienza la etapa de letargo y supervivencia: se le da prioridad a las funciones vitales y todo lo demás queda relegado”.

¿Cómo se hace el ayuno intermitente?

Puedes adelantar la cena y retrasar el desayuno. Las horas de sueño siempre son horas de ayuno. Por ejemplo, si cenamos a las 10 de la noche y desayunamos a las 10 de la mañana, tendremos 12 horas de ayuno, exactamente medio día.

Hay quienes prueban formas aún más extremas, no comen nada durante un día. Aunque bien hecho terminas comiendo a diario, pero solo una vez al día.

Seguro conoces a una persona que empieza comiendo a mediodía con normalidad, pero ya no ingiere nada más hasta la comida del día siguiente. (Evita la cena del primer día y el desayuno del siguiente), esta opción no es para nada recomendable, puesto que es demasiado exigente y puede comenzar a traer problemas para la salud a largo plazo.

Siempre que hagas algún tipo de régimen, consulta con tu médico. Recuerda que cada organismo es distinto y no porque esté de moda tienes que seguir la tendencia sin ningún seguimiento. Es por tu salud.

Información de Tizkka.



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