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Existen temas que nunca serán sencillos de abordar, pero que son necesarios, sobre todo cuando se trata de criar y de enseñar a los niños y niñas sobre sexualidad. La pornografía es uno de esos temas poco hablado, pero que tristemente, están por todos lados, en los momentos menos pensados.

Let’s have that talk

Con el acceso actual de los menores a las redes sociales y a navegar en la web, a pesar de los controles parentales, es difícil asegurar que no tendrán un contacto precoz con la pornografía.

Hace algún tiempo leí una nota similar en una página de crianza australiana, me parece que siempre será un tabú, que difícilmente tendremos todas las tablas y herramientas emocionales e informativas para guiar cuando somos padres, pero haré mi mejor versión para que nos sirva a muchos.

Partamos del lugar donde reconocemos que la sexualidad es del ser humano desde su nacimiento y que idealmente se puede descubrir desde la emoción positiva y no solo desde la anatomía o la fisiología. La nota original era algo como «Siete cosas que les quieres decir a tus hijos sobre el porno» (inspirado en una nota publicada en inglés originalmente en el sitio Mamamia.com.au).

A mis hijos quiero hablarles sobre el porno como sigue, (claro que siempre será mejor planearlo que hacerlo), pero vamos a intentarlo:

«Querido hijo,

Esta carta es para tocar un tema de esos «incómodos», de esos que nos hacen sentirnos raros sin importar nuestra edad o el entorno, y que de solo pronunciar o escribir la palabra… me siento «rara», y por eso prefiero ponerlo por escrito para que los dos podamos releer si acaso algo no nos queda claro. La carta nos libera a los dos de hablar cara a cara sobre la pornografía, ¡ojo!, no es una plática que quiero evitar, es una conversación que quiero facilitarnos a los dos.

Porque es increíblemente sencillo ser tu mamá cuando solo nos divertimos o nos complacemos mutuamente o cuando se trata de enseñarte lo bello y divertido de la vida… pero fracasaría rotundamente en mi deber de madre, de guía y de mujer, si no comparto contigo esta información (información que tiene el poder de generar un gran impacto en tu futura vida sexual y en tus relaciones).

Así que lee con atención. Esto es importante.

Primero que nada, quiero que sepas que me es difícil pensar que has visto o que verás pornografía. No es una de esas cosas que nos hagan felices a los padres, pero sé que eventualmente, pasará. Esto no es nuevo y no es solo de estas generaciones, ha sucedido siempre, pero en el momento en que te dimos acceso a un dispositivo electrónico, esto puede pasar antes de lo esperado, hasta de manera furtiva. Esto me entristece, pero no por las razones que puedas llegar a pensar.

No se trata de una cuestión moral, pero debes saber que mirar pornografía puede afectar potencialmente tus experiencias sexuales de manera muy negativa.

Este es un dato demostrado: los hombres que miran demasiada pornografía tienen problemas para disfrutar el sexo real con mujeres reales.

Yo no quiero que seas ese hombre. Ni por ti, ni por tus parejas.

Me encantaría que todos los niños y los adolescentes descubrieran el sexo (a su tiempo), sin excesos que deforman la sexualidad, que a veces la dejan sin alma, que el descubrimiento fuera con todas sus sorpresas, sus emociones y hasta sus decepciones. Sin expectativas ni preconcepciones.

El sexo siempre será maravilloso cuando es bien llevado y consentido, algunas veces también puede ser una rara experiencia que descubrir, con mucho por mejorar a cada paso.

Lo triste es que hoy, muchas personas antes de tener una experiencia sexual real, ya han visto horas y horas de estrellas pornográficas teniendo sexo, de tantas maneras que puede volverse como un protector de pantalla  que vendrá a tu mente mientras exploras tu propia sexualidad, y eso es muy desafortunado. por eso, hay algunas cosas importantes que debes saber. No creo que nadie más te las diga, así que aquí van, por favor trata de recordarlas.

1. El porno no es sexo real. NO lo ES

Todo lo que veas online es sexo comercial, es «sexo producido». Esas personas están teniendo sexo por dinero. Es un negocio. Es un trabajo. Así como los modelos en las pasarelas realmente no representan la realidad de cómo se miran la mayoría de las personas, la pornografía no representa al sexo.

2. No te compares jamás con los hombres que ves en la pornografía

Los hombres que salen en las series pornográficas son elegidos por sus atributos sexuales, muchas veces usan drogas para rendir mucho, otras veces, los videos son editados para que parezca que son sesiones largas y continuas de sexo. En la vida real no es así.

También aparecen hombres y mujeres depilados, esto cumple un objetivo cuando se acercan las cámaras para grabar lo que están haciendo, pero las mujeres y los hombres no están regularmente depilados, ni tampoco prefieren que sus parejas siempre lo estén. Es una elección, no una obligación y son adultos.

3. NO compares nunca a tu pareja con las mujeres que ves en la pornografía

Puede ser obvio, pero prefiero ir al detalle. Las mujeres que ves en el porno generalmente están operadas, sus cuerpos están alterados para parecer perfectos, no son cuerpos naturales, todo está aumentado o reducido, generalmente son cuerpos «falsos» que no se mueven naturalmente.

Digamos que hoy existen tantas opciones de cirugía para que todas las partes del cuerpo se «vean bonitas», por eso los cuerpos del porno son diferentes a los cuerpos reales, no caigas en el engaño. Sí, ya sé. No es algo en lo quieres entrar en detalle conmigo, pero de verdad es en tu favor. Necesitas comprender que no hay nada remotamente natural en los cuerpos que llegues a mirar en el porno.

4. Las mujeres y los hombres fingen

¿Te acuerdas que es un negocio? A las mujeres y a los hombres les pagan para que parezca que disfrutan todo. TODO (sin importar qué), por más raro, incómodo, embarazoso o doloroso que sea. Estas mujeres y estos hombres reciben dinero para fingir que gozan a pesar de ser denigrados o abusados. Mientras más humillante o peligrosa resulte la escena, más dinero reciben. Es un negocio.

Piénsalo por un momento. Si tienes que pagarle a alguien para que haga algo, es porque quizá no quisiera hacerlo sin dinero de por medio. Por eso, por favor, nunca pienses que las respuestas que ves en las mujeres del porno, son reales. No son ningún indicativo de lo que las mujeres realmente desean en el sexo.

5. Tú no quieres una pareja que finja disfrutar

Las parejas en la vida real requieren más condiciones que las hagan sentir en intimidad, en seguridad, en dignidad para disfrutar, y si hay amor de por medio, es fabuloso. El porno es falso.

6. El sexo que enseña la pornografía no es la regla

En el sexo no hay bueno ni malo siempre que sea consensual, consentido, respetuoso, amoroso.

Pero hay muchas situaciones que la pornografía hace parecer como aceptables y no lo son para la mayoría de las personas. Te repito, situaciones extremas reciben pagos extremos, ¿lo entiendes ahora?, así que imagina las cantidades de dinero que se manejan detrás de escenas que además tienen violencia o maltrato… Si alguna vez miras porno, por favor NUNCA asumas que eso se parece a la vida real.

Cuando quieras hacer algo con tu pareja, pregunta primero. El respeto es la base. Ninguna persona es igual a otra, y la mayoría agradecerán que seas considerado.

7. El porno está pensado entre hombres para hombres

Así inició el negocio y así se mantiene. Eso significa que lo que ves es lo que los hombres (con esa concepción del sexo) desean, pero no necesariamente es lo que a las mujeres les gusta. El sexo no funciona así. Claro que en gustos se rompen géneros, pero el porno de verdad no representa el sexo real.

Todo lo que quieras saber adicional a esto lo podemos platicar y si hay algo que no quieras pronunciar, me lo puedes escribir.

Te amo,

Mamá»

La pornografía no es cosa menor, no es cosa de niños, es algo que puede dañar la vida sexual de un adolescente, de un adulto, puede ser adictivo. Es una conducta que ha afectado a millones de personas. Cada padre o madre sabrá cuándo es el mejor momento de hablar del tema con sus hijos, pero no dejen de hacerlo, importa y mucho.

En el mundo cada vez resulta mas complicado involucramos en relaciones sanas y reales, con emociones buenas y negativas en un justo balance, el porno es un ingrediente innecesario que sí afecta y mucho. Evitemos que nuestros hijos tengan una falsa idea de la sexualidad explicada a través del porno, podemos explicarla desde otros muchos lugares distintos que sí correspondan a una sexualidad hermosa, plena y disfrutaba para toda la vida.

 

@Karla_Doula


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