El suicidio es un hecho que desafortunadamente sucede día con día, es un problema de salud mental pública que nos acontece a todos como sociedad y como núcleo de familia. Conoce cómo prevenir y ayudar a una persona con este perfil.
Tan solo entre el año 2020 y 2021, en México, el INEGI registró medio millón de suicidios, los cuales, la mayoría, fueron perpetrados por jóvenes de 25 a 34 años.
El suicidio, ¿Por qué?
No existe una única causa que explique el suicidio, no obstante, hay diversas hipótesis que lo pueden esclarecer y, como todo en la psique, hay componentes que lo predisponen y circunstancias que lo desencadenan. Desde la perspectiva del psicoanálisis todos contamos con un yo, es decir, un sí mismo.
Este se desgasta por múltiples razones que se mencionan más adelante, y que varían entre cada individuo.
Se encuentran factores que contribuyen en la conducta suicida a lo largo de los diferentes estados de la vida, algunos de ellos son la resiliencia personal ante el sufrimiento en relación con el género, la edad, el contexto socio cultural y la educación.
Razón principal:
Una razón principal de sufrimiento, es el maltrato en la infancia, traumas, estilos de crianza perjudiciales, ambientes nocivos, acoso escolar, parentalidad disfuncional, abuso de sustancias y problemas legales de los padres, abusos, expectativas altas por parte de los cuidadores, trastornos mentales de los padres, entre otros, así lo explica la Psicoterapeuta Psicoanalítica Paola Sáenz Pardo.
También argumenta que «hay enfermedades mentales, cuestiones cognitivas y orgánicas que tienen correlación con el suicidio, entre ellas: la depresión, la bipolaridad, la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos, el alcoholismo y otras adicciones y comportamientos antisociales».
Por último, tenemos factores sociales y medio ambientales que afectan como: el desempleo, la soledad, la migración, el estrés, problemas en las relaciones interpersonales, cambios económicos o vivir sin apoyo.
¿Se previene el suicidio?
Es importante recordar que el suicidio se puede prevenir, por lo tanto, es una labor como sociedad
estar informado sobre las señales de advertencia para poder así actuar en auxilio de la persona.
Asimismo, es fundamental no estigmatizar las circunstancias, desmitificar el acto suicida, no tener
miedo de abrir y hablar del tema, tomando en cuenta que debe ser un acercamiento amoroso que
invite a la confianza y a la empatía para que la persona pueda expresar sus sentimientos.
¡Alerta chicas! Ojo con estos síntomas
A continuación la Psicoterapeuta Psicoanalítica Paola Sáenz Pardo indica algunas señales de alerta suicida:
- Consumo excesivo de alcohol y/o drogas.
- Disminución del desempeño (laboral, escolar, etc.)
- Duerme más de lo habitual o duerme menos.
- Poca energía, falta de interés en actividades cotidianas.
- Historia de pérdidas.
- Comentarios de desesperanza.
- Sensación de incapacidad para enfrentar el día a día, pueden presentarse ausencias o siente la vida como una carga.
- Come más de lo habitual o menos.
- Situaciones de dolor emocional, desesperanza, infelicidad.
- Intentos suicidas previos (un intento suicida no consumado es el factor de riesgo más importante).
- Comportamiento inadecuado como violencia, agresividad.
- No ven alternativas de solución.
Es de suma importancia sensibilizar e informar tanto a profesionales de la salud como de otras áreas sobre la detección y valoración del riesgo suicida, además para que adquieran herramientas para contener e intervenir de manera adecuada.
¿Crees tratar con algún posible suicida?: lo que debes hacer
Te dejamos aquí algunos puntos importantes para tener en cuenta al momento de contactar con algún posible suicida:
- El dolor emocional es parte de todos, válida el dolor de la persona.
- Entiende no desde el juicio, sino desde la empatía.
- Pregunta con mayor profundidad a la persona cómo está, no tengas miedo de abrir el tema y preguntar si algo intuyes.
- Haz preguntas como: ¿has pensado en la idea de suicidarte, avisarás a alguien, tienes ya un método, está a su disposición, es consciente de las consecuencias, sabe cómo afectará a su gente cercana, qué pretende buscar en ello?
- Nunca minimices las llamadas de atención.
- Como educadores, tutores, figuras de autoridad es vital enseñarles el goce y el interés de vivir a quienes se tienen al cargo y más en una edad en la que están en pleno desarrollo psíquico y emocional.
- Ofrece propuestas de apoyo a la persona, hay teléfonos y profesionales preparados que pueden ayudar.
La experta tiene un mensaje para ti:
Finalmente, quiero decirte que si tú has pensado en quitarte la vida, el suicidio no es una “solución” sé y entiendo que es muy abrumador, agotador, angustiante lo que estás viviendo y cómo te sientes, sin embargo, y aunque no lo parezca por ahora, quiero invitarte a que confíes en el dolor porque este transforma, hay que procesarlo, entender por qué y para qué está presente, seguro sientes que no hay esperanza, pero te aseguro que el dolor transforma.
La vida, aunque nos la pongan con mil filtros, no es color de rosa, la vida a veces asusta, implica dolor, pérdidas, angustia, confusión, así es que permítete llorar, déjate sentir y confía en que no estás solo o sola, hay muchas redes de apoyo, entre ellas la psicoterapia, apuesta en ello.
Fuente: Psicoterapeuta Psicoanalítica Paola Sánez Pardo
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