¿Estás verde de coraje? ¿Amarilla del susto? ¿Roja de tanto llorar? Aquí te va el mejor consejo de la vida (que aprendí después de perder un trabajo): ALÉJATE DE LAS REDES SOCIALES.
Las heridas que te recuerdan que eres vulnerable- permanecerá intacta, muy bien protegida por esa dura coraza que es tu compulsión de control y perfección.