La llegada de la píldora anticonceptiva fue una revolución que cambió totalmente la vida de la mujer y la empoderó para planear su maternidad. Sin embargo, tres expertos en el tema coinciden en que alrededor de este método anticonceptivo hormonal aún hay barreras que obstaculizan su uso en las mexicanas, a pesar de su alta efectividad para la prevención de embarazos.
Aunque es uno de los métodos anticonceptivos de mayor popularidad, aún existen varias dudas en torno a su uso y a los efectos que pueda tener en la salud, así como diversas creencias y barreras que evitan un consumo más generalizado en las mujeres.
Luis Perelman, educador sexual y miembro de la Asociación Mundial para la Salud Sexual, considera que todavía hay vergüenza, culpabilidad y morbo cuando se habla de relaciones sexuales, sobre todo cuando una mujer expresa claramente su deseo de tener una relación sexual y acude a un ginecólogo para solicitar orientación sobre cuál anticonceptivo es el más recomendable para ella.
Y a pesar de que se sabe que la píldora anticonceptiva es muy efectiva para la prevención de embarazos, los jóvenes de hoy prefieren usar el condón junto con la pastilla de emergencia como método de anticoncepción, un hábito nada recomendable si tomamos en cuenta que la pastilla de emergencia no es un método anticonceptivo, señala.
“Lo que sucede es que actualmente existe una fuerte presión social para tener relaciones sexuales desde muy temprana edad, y otra que te dice que aguantes hasta que te cases, pero nadie te dice: hablemos de sexualidad, de métodos anticonceptivos, y mucho menos de la píldora. Hay que empezar a hablar de ello. Apenas estamos picando piedra en ese sentido”, considera Perelman.
Fórmulas básicas
«La píldora» es el nombre común que se le da a la anticoncepción oral. La ginecóloga Norma Velázquez Ramírez explica que existen dos fórmulas básicas de píldoras anticonceptivas: las pastillas que contienen estrógenos progestinas, mejor llamados anticonceptivos orales combinados, y las pastillas que únicamente utilizan progestinas.
Su función es evitar la ovulación de la mujer; espesan el moco cervical y generan cambios en el endometrio, lo que dificulta el paso de los espermatozoides e impide la fecundación del óvulo.
Cero estrógenos
Las píldoras con solo progestina se recomiendan a mujeres que por alguna condición de salud no pueden tomar estrógenos, en mujeres mayores de 35 años, fumadoras, que presenten presión arterial elevada, tengan riesgo de formación de coágulos, padezcan de dolores de cabeza y migraña vascular o que estén en lactancia materna, apunta la doctora Velázquez.
Beneficios adicionales
Comenta que la nueva generación de píldoras anticonceptivas, además de contener dosis muy bajas de hormonas y una efectividad de más del 99 por ciento en la prevención de embarazos, ofrecen beneficios adicionales: te ayudan a regular los ciclos menstruales, mejoran el cabello, la piel y el acné, disminuyen los sangrados menstruales abundantes; incluso las mujeres que sufren dolores menstruales muy fuertes pueden sentir una mejoría. Algunas pueden ayudarte a bajar de peso. Además, apunta, está documentado que contribuyen a la disminución del riesgo de cáncer de endometrio y de ovarios, y alivian los síntomas del ovario poliquístico en las mujeres que lo padecen. “Y no obstante que las píldoras anticonceptivas las puedes comprar en cualquier farmacia sin necesidad de receta médica, lo mejor es acudir con un especialista para que sepas con certeza cuál es la pastilla que mejor te conviene”.
Siempre con la supervisión del ginecólogo
En este sentido, José Cruz, educador sexual y psicoterapeuta Gestalt, recalca la importancia de que las pastillas anticonceptivas sean prescritas por un ginecólogo (a), quien te realizará un ultrasonido y un perfil hormonal para saber qué tipo de píldora es la más adecuada para ti. “No se trata de que yo voy y la pido al dependiente de la farmacia, o que a mi amiga le fue muy bien tomando unas pastillas de determinada marca. Es un error enorme que tú misma te prescribas las pastillas, pues es un riesgo para tu salud”.
Lo más recomendable es que des seguimiento con él o ella sobre cómo te va con la píldora. Podría suceder que la dosis de progestina no le caiga bien a tu cuerpo y requieras otra formulación. Es importante que cualquier cambio que sientas al tomarlas, ya sea dolor de cabeza o náuseas, lo comentes con tu médico.
“Muchas chicas ya no regresan al consultorio después de mucho tiempo y siguen tomando las píldoras sin ningún acompañamiento u orientación del especialista. Y si bien las pastillas pueden consumirse por mucho tiempo, es recomendable la visita al médico para asegurar que todo vaya bien contigo”.
Previene embarazos pero No infecciones de transmisión sexual
Algo que destaca el educador sexual José Cruz, es que las pastillas anticonceptivas deben tomarse desde el momento en que vas a iniciar tu vida sexual. Al tomar la píldora diariamente se mantiene el nivel de hormonas necesario para evitar el embarazo. Sin embargo, aclara que la píldora anticonceptiva no hace todo el trabajo: solamente previene embarazos no planeados, pero no protege del contagio de infecciones de transmisión sexual (ITS). Por ello, recomienda usar, además de la píldora, un método de barrera como el condón. “Doble siempre es mejor”, concluye.
De acuerdo con José Cruz, la píldora ha logrado cambiar en su totalidad la vida de la mujer, una revolución que realmente la empoderó para decidir sobre su maternidad, planear en qué momento quiere tener hijos y planificar su vida.
Por Gabriela Xochiteotzin Peña
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