Cuando conozcas todos sus beneficios para la belleza y la salud, no dudarás en convertirlo en uno de tus mejores aliados
Muchas veces habrás leído o escuchado que algún cosmético contiene aceite de almendras. Incluso, capaz y habrás oído a tu abuela decir que en sus tiempos tal o cual problema se solucionaba con unas gotitas de esta sustancia. Y es que para tu sorpresa, el aceite de almendras es en efecto un gran producto que ayuda como pocos a la salud y belleza de tu piel y otras partes del cuerpo.
El aceite de almendras es rico en grasas monoinsaturadas, ácido oleico y ácidos linoleicos (como el Omega 3 y 6). Tiene un color casi transparente que puede tener tintes ligeramente dorados. Su aroma es intenso y dulce, lo que enriquece cualquier preparación en la que se emplee y avisa desde lejos los muchos beneficios que trae consigo. Acá hacemos un breve resumen de los variados usos que puedes dar al aceite de almendras para convertirlo en un infaltable de tu tocador.
Melena soñada
El anhelado sueño de lucir una cabellera de impacto se puede hacer realidad gracias al uso del aceite de almendras. Este producto es muy recomendado para todos aquellos que padecen de resequedad capilar, ya que ofrece brillo y suavidad de inmediato. Aplicado sobre el cuero cabelludo ayuda a evitar la calvicie, gracias a su alto contenido de ácidos grasos oleicos. Sus niveles de vitamina E lo hacen ideal para tratar problemas como la caspa y la dermatitis seborreica.
¿Cómo usarlo? Basta con poner algunas gotas en la mano y masajear el cuero cabelludo aún húmedo o aplicarlo en las puntas del cabello. También puede emplearse como sustituto del acondicionador, aplicándolo por unos minutos en el pelo para luego enjuagar con agua abundante.
Libres de estrías
Uno de los usos más difundidos del aceite de almendra es como agente para combatir las estrías de la piel que aparecen después del parto o tras una pérdida significativa de peso. Los componentes de este óleo lo hacen el remedio casero ideal para atenuar estas odiosas líneas que surcan la piel. Lo ideal es aplicarlo suavemente con la yema de los dedos y en pequeños movimientos circulares. Para mejores resultados, se puede combinar una cucharada de aceite de almendras con una cápsula de vitamina E.
Piel perfecta
El acné es una de las afecciones cutáneas más frecuentes y que no se circunscribe al tiempo de la adolescencia. El aceite de almendras puede ser un gran aliado para el tratamiento de este mal, pues si bien es rico en ácidos grasos, también tiene otros componentes y nutrientes que ayudan a mejorar la condición de la piel del rostro, los hombros, la espalda y el pecho. La mejor manera de utilizarlo es en una mascarilla. Basta con procesar 30 mililitros de aceite de almendras, la yema de un huevo y una manzana, aplicar por media hora y enjuagar con agua tibia para luego usar una crema humectante.
Uñas increíbles
Al igual que la piel y el cabello, las uñas necesitan ayuda para ser hidratadas y nutridas. El aceite de almendras es un producto ideal para hacer ambas cosas. Tanto las vitaminas como los minerales presentes en este óleo harán que tus uñas crezcan con mayor rapidez y más brillantes y fuertes. Despídete de la esas uñas frágiles, opacas y quebradizas. Solo toma un algodón, imprégnalo en el aceite de almendras y recorre la superficie de cada una de tus uñas; luego seca con un paño. No dejes por fuera la cutícula, pues se ablandará y será más fácil manipularla.
Por Roberto Rodríguez Mijares
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