Ya que estamos comenzando marzo y editorialmente toca hablar del poder, específicamente del femenino, me vino a la mente compartirles un concepto humanista que me revolucionó la cabeza: habitar tu poder.

En mi escuela de psicoterapia (IHPG) suelen dar cursos intensivos de fin de semana con temas atractivos y útiles para la consulta… y la vida. Me he permitido tomar casi toda la oferta: que si duelo, que trastornos alimenticios, que si la comunicación de pareja, que si el amor no es como lo pintan, que si la huella de abandono, la herida de infancia, que si los sueños, etc. Pero cuando leí el título «Habita tu poder» no tenía las más remota idea de lo que me esperaba en ese curso.

El concepto de poder

Primero tenemos que cuestionar nuestro propio concepto sobre lo que consideramos poder o poderos@.

Reflexiona y anota tu propio concepto de lo que consideras poder y cómo sería para ti, una persona poderosa: ___________________________________________________________________________

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Casi siempre lo tenemos asociado con la fuerza, control, capacidad de mando, autoridad, injerencia, capacidad de modificar o influir en algo o alguien. O sea, que cuando imaginamos a alguien poderoso es a este ser que miramos hacia arriba, con mucha influencia en un entorno, que todas las puede y que básicamente se hace lo que dice. Hasta le perdonamos un tinte de arrogancia, medio que lo veneramos y hacemos reverencia a su paso… incluso le atribuimos propiedades mágicas o sobre humanas… pues nada más alejado del verdadero poder (o por lo menos en la acepción psicológica humanista).

El verdadero «habitar tu poder»

No es que lo anterior no tenga que ver, sí, puede estar incluido en el paquete del poder, sí, pero eso es un poder externo, el verdadero y genuino poder, el que no es una actuación, un nombramiento ni cargo público ni un estátus social, vaya, ninguna forma de orden público, sino el poder interior, tiene que ver más con la congruencia que con la capacidad de mando.

La congruencia es cuando se encuentra alineada tu forma de sentir-pensar y actuar. Tiene que ver con permitirte ser tú misma. Ya sé que esta frase anterior está más aplaudida que nada, y que como toda frase trillada, va perdiendo el sentido. Pero ser tú misma guarda el significado de lo que es habitar tu poder realmente.

Convertirse en una misma

Y como no quiero volarnos ni enredarnos, mejor aterricemos el concepto de habitar tu poder, y nadie mejor que Carl Rogers, psicólogo y padre del humanismo. Te dejo 5 frases suyas que hablan de este concepto de ser uno mismo, muy promovido por esta corriente de pensamiento y psicoterapia.

«No podemos cambiar, no podemos alejarnos de lo que somos, hasta que aceptamos lo que somos. Entonces el cambio parece llegar casi desapercibido»

«La verdadera felicidad está en aceptarse uno mismo y entrar en contacto con uno mismo»

«No es que este enfoque (humanista) dé poder a la persona, es que nunca se lo quita«

«Una persona, al descubrir que es amada por ser como es, y no por lo que pretende ser, sentirá que merece respeto y amor«

«El crecimiento ocurre cuando los individuos confrontan los problemas, luchan por dominarlos y, a través de esa lucha, desarrollan nuevos aspectos de sus habilidades, capacidades y puntos de vista sobre la vida«

El poder personal tiene entonces que ver con auto aceptarse incondicionalmente, cómo vengas, cómo estés, reconocer y validar los sentimientos que presentes. Dejarte de pelear contra ti misma, tu imagen, tu cuerpo, tus sentimientos, tu mente, tu comportamiento, hacer de lado los millares de «yo debería» que existen y al dejar de ser la víctima del mundo transformarlos en muchos «yo quiero». Genuinos. Y después, de esa misma manera poder ver al resto del mundo.

Les dejo de pilón, un memorable monólogo que según mi parecer tiene que ver con Convertirse en una misma, del personaje Agrado en «Todo sobre mi madre» de Pedro Almodóvar.

Aquí otro pilón: texto sobre Poder Personal y cómo desarrollarlo.


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