Si tienes un familiar con Alzheimer, hacer que escuche música le traerá grandes beneficios. Y mejor aún si lo incorporas a un plan de terapia musical.
“Hay 46,8 millones de personas con demencia en todo el mundo; el Alzheimer la más común de ellas”, nos comentó el doctor Eduardo A. Garza Villarreal del Instituto Nacional de Psiquiatría en México.
Se estima que en 2050 habrá en México 3,5 millones de personas con Alzheimer, una cifra que merece ser tomada en cuenta.
¿Qué es Alzheimer?
Es un síndrome neurodegenerativo crónico, progresivo, que produce alteraciones de conducta y del procesamiento cerebral. Ocasiona problemas laborales, familiares, sociales, económicos y de toda índole. Se manifiesta con dificultades en memoria y vista. El que lo padece se torna agresivo o depresivo.
En el 2017 el doctor Garza realizó un meta análisis sobre la influencia de la música en pacientes con Alzheimer. Estos fueron los resultados:
- Mejora la memoria.
- Facilita la producción del lenguaje y la comprensión del lenguaje.
- Disminuye la apatía, la depresión y la ansiedad.
- Aumenta la calidad de vida.
- Incrementa las habilidades cognitivas: lenguaje, función motora y memoria.
- Contribuye con la memoria biográfica (sobre nuestra vida) y la memoria episódica (momentos específicos vividos).
¿Por qué ayuda la música?
La memoria musical es específica para ciertas áreas del cerebro y se mantiene casi intacta en pacientes con Alzheimer. Es decir, pueden olvidarse hasta de un hijo, pero jamás de su canción preferida.
Si la persona era músico, pueden continuar haciendo música. Y si solo la escuchaba, podrá recordar la letra sin grandes esfuerzos.
De allí que este tipo de terapias funcione muy bien, especialmente cuando se realiza en forma grupal. Mientras más temprano se comienza a implementar, una vez conocido el diagnóstico, mejores resultados se alcanzarán.
¿Qué escuchar?
Cualquier música funciona como terapia. El doctor Francisco Javier Mesa, Director médico de Belmont Village Senior Living México, señala que la mejor música es la que le gusta al paciente, no tiene que ser de un estilo particular. Muchos han dicho que debe ser clásica o instrumenta, pero estudios recientes afirman que lo importante es cuánto le agrada a la persona y que el volumen sea el adecuado para que no atormente al escucha.
Claro, hay que tener en cuenta que si a la gente no le gusta la música, no se va a ver beneficiada con esta terapia, como otra persona que sí ha disfrutado de las distintas melodías a lo largo de su vida.
Aún no se sabe ni cuánto dura el efecto de la musicoterapia ni cuánto es suficiente para ver resultados. Se ha visto que lo más cercano a lo ideal es que se trabaje entre 25 y 30 minutos por sesión con pacientes de Alzheimer.
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