¿Todavía tienes tu oso de peluche favorito? Sí aún lo conservas, abrázalo, porque los ositos de peluche son ideales para mejorar la concentración, sobre todo en los niños.

Erika Proal, Regina Ojeda y Mónica Fenández son expertas psicólogas de Neuroingenia, una clínica para niños y adolescentes, y voceras de la marca Build A Bear. Estas especialistas compartieron los increíbles beneficios que tienen los peluches para fortalecer la concentración en los niños en etapa de crecimiento.

Una buena concentración es fundamental para desarrollar al máximo todas las capacidades del niño. Sin ella, el estudio, la reflexión y un cantidad de nuestras actividades diarias serían mucho más difíciles de realizar.

Las psicólogas explican que es fundamental prestar atención a cada una de las etapas de desarrollo de los niños, y supervisar si están atendiendo de manera adecuada, de tal forma que se pueda detectar a temprana edad si el niño posee un problema de atención. Sin embargo si sospechas que tu hijo presenta un TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), lo mejor es que contactes con un especialista.

¿Pero cómo pueden ayudar los peluches?

Los peluches de Build A Bear son ideales para dar vida a la creatividad de los niños. Es mucho más fácil superar los problemas de atención en compañía de un peluche, porque se genera un vínculo emocional y un compromiso a través de la diversión.

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Qué mejor prueba de que el niño está concentrado, que cuando disfruta de un rompecabezas en donde una de las piezas la deba poner el niño y la otra el “peluche”. Aunque sea el mismo niño que lo haga, ahí se está dando el proceso de concentración. Otra forma es que se invite al niño a realizar alguna actividad con el oso, como por ejemplo que este coma su platillo favorito, y explicarle que para que el peluche pueda entenderlo debe mirarlo bien a los ojos.

Tener en casa un peluche con el que los niños establezcan un vínculo, es una excelente alternativa para ayudarlos a concentrarse en sus tareas y deberes diarios. Además, disfrutarán de una gran compañía.

A continuación, queremos dejarte una caracterización de cada una de las etapas de desarrollo del niño, que te servirá como guía para saber si tu hijo se encuentra dentro del rango de desarrollo normal:

Antes del año: el niño logra seguir objetos con la mirada cuando se mueven en diferentes direcciones.

De 1 a 2 años: el niño ya empieza a imitar lo que hacen los demás, y puede quedarse escuchando una historia breve cuando se le está hablando a él. El niño logra mantener la mirada cuando se le está hablando.

De 2 a 3 años: aunque ya está más activo en el juego, puede mantenerse jugando un mismo juego durante un tiempo prolongado, sin la necesidad de estar cambiando constantemente de un juego a otro.

De 3 a 5 años: se nota que el niño puede mantener su atención por periodos más largos de tiempo que antes. Puede mantener conversaciones sin perder el hilo. En el juego se concentra, o al ver películas que son de su interés.

De 5 años en adelante: en la escuela puede estar concentrado y finalizar las actividades que se le ponen. En casa puede seguir tiempos e instrucciones.

¡ATENCIÓN: FOCOS ROJOS PARA DETECTAR TDAH!

Que la falta de atención ya esté perjudicándole en su desempeño escolar y social.

Que lleve con ese problema más de seis meses.

Que sea una constante y se presente todos los días.

Que este problema vaya acompañado de falta de organización, planeación y de retención de información.

Que al mismo tiempo se esté generando algún problema de conducta, como dificultades para quedarse quieto en un mismo lugar.


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