Hay varios comportamientos dentro de tu espacio de trabajo que suelen ser típicos dentro de tanta rutina, agobio o exigencias diarias, pero resulta que algunas pudieran hacerte víctima de acoso laboral. ¡Tema delicado pero necesario!
Muchas veces pasa que tu jefe te presiona, te grita y te pide las cosas para ya pero sin la palabra mágica que endulza cualquier situación: “por favor.” Podemos entender que en situaciones la conductas se salgan de control… ¿pero siempre?
Acoso laboral a la vista…
Cuando te des cuenta que existen escenarios de chismes dentro de tu entorno de trabajo y tú eres víctima de las habladurías o de un aislamiento aparente (te ignoran) o abundan gritos, ofensas y humillaciones, ¡ponte alerta!
No solamente estamos hablando de violencia física (que suele no ser tan recurrente dentro del ambiente laboral pero existe) es también la parte psicológica que se ve afectada ante situaciones injustas que perjudican directamente tu desempeño de trabajo y autoestima.
La psicóloga Rebecca Fernández, explica que a este tipo de violencia se le conoce como “mobbing”.
No importa si este tipo de conductas agresoras vienen de parte de tu jefe, compañeros, la señora que limpia o el vigilante de la compañía, sea como sea y de quien venga, es acoso laboral y debes ponerle fin a todo.
Sin embargo, enumeraremos casos y señales puntuales que amplíen el panorama y puedas hacerte valiente antes situaciones similares. ¡Si sucede así sí es acoso laboral!
Denuncia estos casos si es necesario…
¿Víctima de acoso laboral?: señales más comunes
1- La persona acosadora tiene un trato diferente entre los otros compañeros de trabajo y tú. Es evidente la diferencia entre ambos casos y suele compararte o ridiculizarte en privado o delante de tus compañeros.
2- Las agresiones verbales son recurrentes; entre insultos, gritos y otros maltratos verbales se te pasa el día: “no sirves para nada”, “todo lo haces mal”, “tus compañeros son más eficientes que tú”, o cosas por el estilo, ¡no lo permitas!
3- La persona que te acosa le encanta hablar mal de ti y sueles ser víctima del chisme del día en la oficina.
4- ¡Hazlo ya, sino te boto! Cuando se exige con presiones o amenazas es indiscutible que existe un acoso laboral. Del mismo modo, cuando se te obliga hacer proyectos inalcanzables ¡no lo permitas! Estás siendo víctima de acoso psicológico.
5- No podemos dejar de mencionar el tema sexual. Mensajes incitantes, miradas comprometedoras, encerronas en una oficina o un simple manoseo de hombro, son señales de abuso.
En la mayoría de los casos, las víctimas no denuncian por miedo y suelen trabajar bajo estás injustas conductas por temor a perder el empleo o en su defecto, miedo a que el agresor venga con más… ¡Esto no puede pasar más y toma cartas en el asunto!
LEER MÁS SOBRE: CON ESTOS TIPS APRENDERÁS A CONCENTRARTE EN TU TRABAJO
Síguenos en redes sociales como @KENArevista: