¿Cómo te sientes cuando estás a merced de las redes sociales? Es «una vida aparente» que sin darte cuenta, empieza a consumirte las pilas y desequilibra tu salud emocional y mental.

La real y la aparente… vidas paralelas

En esta era tecnológica nos hemos visto sumergidos en dos vidas paralelas. ¡Sí! Digo dos vidas porque vives la tuya real y la que todos aparentamos vivir.

Cuando ingresas a una red social, se supone que es para distraerte  y desconectarte “saludablemente” de cualquier actividad que estés haciendo en ese momento. Pero resulta que te conectas directamente con vidas ajenas aparentemente perfectas y esto trae algunos problemitas.

¿Será que soy envidiosa o egoísta?, te preguntas esto cuando ves que la vida del otro se muestra ante los ojos del mundo digital “perfecta” y es cuando empiezas a sentirte desdichada, desafortunada o hija de la mala suerte.

Has trabajado durante años por ese viaje tan anhelado pero notas que aquella fulana se fue con sus mejores amigas precisamente a ese lugar que tanto quieres conocer. ¿Será que ha valido la pena tanto esfuerzo? ¡Tiraré la toalla! 

No amiga, darse por vencida JAMÁS, vas bien solo espera un poco más.

¿Sabías que esto trae sus consecuencias psicológicas?

Cuando comenzamos a notar estas diferencias entre la vida de tu amiga y la tuya, empieza tu mente a maquinar y no precisamente lo positivo. Le das todas las herramientas para frustrarte y hacerte sentir deprimida.

  • Ansiedad
  • Depresión
  • Sensación de no pertenecer a tu entorno
  • Frustración
  • Aislamiento

Según Gabriela Bacalao, psicóloga experta, estos son algunos de los síntomas que pueden generar el stalkeo masivo a la vida aparente de los demás y cuando esto sucede, empieza a desprenderse la conexión contigo misma.

Adoptas una vida protagónica en la «realidad» del otro  a través de una pantalla y obvias darle valor a la tuya propia que es la vives en vivo y directo.

¿Te has dado cuenta el tiempo que pierdes mirando una red social?

Fácilmente se van 30 minutos mirando este tipo de cosas: “conseguí el perfil de la hermana de…” “voy a buscar la foto que publicó Pedrito”… y así hasta que te damos cuenta que perdiste dos horas de sueño.

Esto afecta mucho los momentos sagrados de descanso y lo notas al día siguiente cuando te despiertas y no quieres despegarte de tu cama. Sin darte cuenta interfieres con la capacidad de concentración y pro actividad por el resto del día. ¿Vale la pena?

Qué diferente sería que trabajarás por tu vida, por tus proyectos, por tus emprendimientos sin tener que valerte de una pantalla o de perfiles digitales…

Las redes sociales muestran lo que los demás quieren ver… ¿qué quieres ver tú?

 

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