La «zona de hermanos» o bien, la relación entre hermanos, es una pieza fundamental en el entorno familiar. Y es que es espacio donde se presentan situaciones buenas y difíciles que pueden generar cambios de comportamiento en la sociedad.

Ya sabemos, tiene de todo: desde amor, juegos, la práctica de valores y solidaridad, hasta grandes conflictos y riñas que deben aprender a tolerar. La relación de hermanos es única y está llena de vínculos e historias que son irrepetibles. Es una de las más importantes, duraderas y constantes en la vida de las personas.

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Convivencia entre hermanos. Fotos: Alena Darmel en Pexels

Convivencia entre hermanos. Fotos: Alena Darmel en Pexels

«Zona de hermanos»: puntos relevantes

Cuando nos relacionamos con nuestros hermanos, estamos aprendiendo además cómo establecer vínculos sociales futuros. Los papás son los primeros gestores de relaciones y trato en la “Zona de hermanos”. Y aquí llega la pregunta que normalmente ellos se hacen: ¿Cómo podemos promover una buena relación entre nuestros hijos?

La psicóloga Yajara Nucette, Directora de Albatros Consultoría Integral, nos comparte algunos consejos útiles:

1) Fomentar la convivencia y evitar rivalidades a través de palabras o acciones. Entre mayor vínculo, habrá más garantías de una buena relación entre ellos.

2) Darle la misma importancia y tiempo a todos. Cada uno es único y merece la misma atención por parte de ambos padres y todos los familiares.

3) La responsabilidad de cuidar a los niños pequeños es de los papás, no de sus hermanos. Así evitamos grandes diferencias entre ellos.

4) Compartir tiempo de manera conjunta e individual. Fortalecer la individualidad. Recordemos que cada uno de ellos tiene intereses y fortalezas particulares. Cada uno de ellos necesita un tiempo exclusivo con sus papás.

5) No es sano compararlos. Evita rivalidades entre ellos.

6) Deben generarse espacios de comunicación, juegos, alegrías, costumbres y actividades para darles oportunidades de que juntos tomen decisiones que involucren a toda la familia.

7) Facilitar espacios lúdicos comunes lejos de la tecnología.

8) Repartir responsabilidades domésticas que generen beneficios para todos.

9) Para ayudar al clima general, la recomendación es prevenir el maltrato físico y/o verbal. Lo que hagamos a nuestros hijos, ellos lo replicarán en sus relaciones fraternas.

10) Fortalezcan las capacidades de sus hijos y reconozcan sus virtudes. A su vez, estimulen en ellos el hablar de manera positiva sobre las cualidades de sus hermanos.

¡Importante!

El ejemplo que papá y mamá faciliten y el trato que sostengan con su propia familia, será el primer elemento para una «Zona de hermanos» confortable y cercana. Es invaluable ver a nuestros hermanos como grandes amigos para toda la vida.

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