El menú de tu vida debe tener una buena porción de autoestima, esto es determinante para tu salud mental y física
El amor propio es como un hábito: lo tenemos que aprender a desarrollar a diario y está directamente relacionado con la nutrición.
El darnos amor todos los días puede cambiar drásticamente nuestra vida.
Cuando cuidamos la manera en la que nos alimentamos, cuidamos de nuestra salud mental y al mismo tiempo mejoramos nuestros hábitos, comenzamos a tener cambios positivos en nuestra vida. El amor propio es una decisión, es decir, está en nosotros cuidar de nuestra alimentación, de nuestra salud mental y mejorar nuestro estilo de vida.
Comer bien es un acto de amor y reconciliación. Los alimentos son sustancias que tienen nutrientes y dependiendo de nuestras elecciones alimenticias, esos nutrientes aportan a nuestra salud física, a nuestra estética y mejoran nuestro estado de ánimo. Al mismo tiempo, el comer bien ayuda a mejorar nuestra salud hormonal y trae consigo, mejoras en nuestros niveles de energía y rendimiento, además del placer que representa el buen comer.
¿Cómo se relaciona todo esto con la comida y las decisiones que tomamos a diario?
Las elecciones que tomamos en cuanto a la comida están directamente relacionadas con otras áreas de nuestra vida. Entender de nuestras conductas, de nuestros hábitos y poder trabajarlos a diario hace que tomemos mejores decisiones en nuestra vida y que logremos ser exitosos. Esto requiere dar un paso atrás y ver el panorama completo para poder analizar situaciones individuales, reflexionar con base en nuestra realidad, mejorar comportamientos y tomar decisiones sabias y saludables.
Aunque es algo que no nos enseñan en la escuela, es amor a nosotros mismo es lo más importante, es la base de nuestra estabilidad emocional.
¡El amor a nosotros mismos debe ser incondicional!
Cuando amamos lo que vemos en el espejo, desde un amor incondicional vamos a querer de una manera u otra darnos lo mejor a nosotros mismos porque vamos a querer ese cuerpo con salud y bienestar. Es muy común iniciar una dieta o estilo de vida por obsesión y comparación a otros. Hoy en día existen desórdenes de conducta alimenticia consecuencia de la cultura de la dieta por no poner por primero el amor propio sino un estándar social. El comer “sano” y ejercitarnos pasa a ser un castigo… ¡Que irónico!
La OMS (Organización Mundial de la Salud) define la salud como un estado completo de bienestar físico, mental y social. No solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Por tanto, no se trata del físico sino de buscar la mejor versión de nosotros mismos, comenzando por amarnos por sobre todas las cosas y celebrar cada avance por muy pequeño que parezca.
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