Estar embarazada no es ningún impedimento para seguir manteniéndote en forma con ejercicios y si no lo hacías antes, ese puede ser un buen motivo para comenzar, cuidarás tu salud y la de tu bebé.
Pero no te asustes, no hay que hacer esas rutinas de ejercicios que te dejan sin aliento, todo lo contrario, lo recomendable es realizar ejercicios de intensidad moderada al menos 30 minutos entre 3 o 4 días a la semana.
Beneficios de hacer ejercicios en el embarazo
Entre los beneficios que aporta están: prevenir el aumento de peso excesivo, algo muy común en el embarazo pero que puede ocasionar problemas de salud; reducir el riesgo de desarrollar hipertensión o diabetes gestacional, preeclampsia, depresión, parto por cesárea, incontinencia urinaria y aliviar los dolores de espalda.
Ya te señalamos los beneficios, pero si aún tienes interrogantes con respecto al tema, acá te las vamos a aclarar.
¿Se necesita aprobación médica para ejercitarse en el embarazo?
La respuesta es sí. Es muy importante que antes de comenzar con los ejercicios, se consulte con el médico para obtener autorización o para descartar cualquier otra afección que pueda impedir hacer actividades físicas.
Abstenerse de realizar ejercicios en caso de padecer:
- Alguna enfermedad cardíaca y pulmonar
- Preeclampsia o hipertensión crónica
- Problemas cervicales
- Sangrado persistente durante el segundo o tercer trimestre
- Problemas de placenta
- Riesgo de parto prematuro
- Anemia severa
- riesgo de ruptura de membranas
- embarazo múltiple.
¿Qué ejercicios se pueden hacer embarazada?
Se recomienda caminar, es una actividad que en la que se puede modificar el ritmo, agregando subidas y distancias, todo depende de cada mujer y de sus síntomas en el embarazo.
Combinar ejercicios aeróbicos de bajo impacto con otros de fuerza y de flexibilidad, es una buena opción pero se debe evitar movimiento que implique saltar. La natación y la bicicleta fija son tipos de ejercicios que también son recomendables.
Si no te ejercitabas antes del embarazo, comienza poco a poco. 5 minutos de ejercicio por día es una buena manera de comenzar. Agrega 5 minutos cada semana hasta llegar a los 30 minutos. Realiza un breve calentamiento antes y mantente hidratada para evitar el aumento excesivo de la temperatura en el cuerpo.
Recuerda estar atenta a las señales, si notas algún problema, deja de hacer ejercicios y comunícate con tú médico de inmediato, por ejemplo en caso de sangrado vaginal, sentir mareos, palpitaciones, dificultad para respirar, dolor en la espalda o la pelvis.
También ten presente que la prioridad y la motivación no es «verse bien». Esta etapa se debe disfrutar así venga cargada de esos kilitos demás, lo más importante es cuidar la salud física y mental.
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