Agradecer es una actividad necesaria para vivir una vida plena y sentir para paz con nosotros mismos y los demás. Muchas veces cuesta o cae en el olvido dicha práctica. Por suerte una buena manera de integrarlo en el día a día es por medio del proceso de agradecer acá presentado. De esta manera podrás incluir un nuevo hábito en tu rutina que te hará ver la vida de una manera positiva.

El proceso de agradecer

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Anotarlo todo

Primero crea lista de las razones por la cual estás agradecida. Anótalo todo; desde poder ver, el clima del día, recibir la llamada de un ser querido… cualquier cosa buena que te haya sucedido en el día y cosas buenas que encuentres en tu vida.

Toma unos 15 minutos por la mañana. Es la mejor manera de archivar y llevar un control para saber cuantas veces a la semana lo haces. También para darte cuenta que tienes muchísimas cosas por las cuales sentirte agradecida. Probablemente nunca te percataste conscientemente de unas cuantas antes de haber realizado este ejercicio.

Crear un ritual

Agradece antes de comer, agradece cada mañana por despertar y tener un nuevo día, agradécele a tus seres queridos por estar junto a ti y brindarte apoyo y compañía. Manifiesta tu agradecimiento por todos y todo, las personas que te rodean deben saber lo mucho que los aprecias tanto como tú aprecias las demás cosas buenas de tu vida.

Disfruta del momento

Hacer el bien se siente bien. Mejor que enfocarse en lo negativo de la vida, llevar el proceso de agradecer a tu rutina diaria en algún momento creará en ti una sensación de dicha embriagadora y amor por todo lo que te rodea. Además de ello esta buena actitud te darán ganas de comerte al mundo, sientes que ese mundo a quien le agradeces por tanto te devuelve un poco de agradecimiento por valorar las cosas buenas de la vida.

Agradecer de corazón tiene sus ventajas: ¡magia para la vida!


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