Una alimentación no adecuada o con exceso de grasa, podría afectar nuestra salud y la de nuestro hígado. Es precisamente lo que pasa con el 50% de la población mexicana, quienes reúnen factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad.

De acuerdo con la doctora Graciela Castro, vicepresidenta de la Asociación Latinoamericana para el Estudio del Hígado (ALEH), muchas enfermedades que se padecen como sobrepeso, diabetes e hipertensión no han sido atendidas de la manera adecuada debido a la crisis sanitaria mundial.

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Llevar una dieta balanceada, siempre será la recomendación. Foto de Daria Shevtsova en Pexels

Llevar una dieta balanceada, siempre será la recomendación. Foto de Daria Shevtsova en Pexels

No más hígado graso, ¡acciones inmediatas! 

Castro consideró que la necesidad de tomar acciones es inmediata y así contrarrestar lo que afecta a toda una nación, además, alertó sobre la importancia de diagnosticar y tratar a tiempo dicha enfermedad “que tiene relación con los altos índices de obesidad, hipertensión y diabetes, padecimientos que se han incrementado debido al sedentarismo que aumentó con la pandemia”.

El gran peligro que representa la también llamada esteatosis hepática radica en que es un padecimiento silencioso, como la hipertensión y los males cardiovasculares, que, de no ser diagnosticado oportunamente, puede evolucionar hacia cirrosis, fibrosis y cáncer de hígado.

Factores de riesgos más comunes 

Entre los factores de riesgo más comunes para padecer hígado graso no alcohólico son:

  • Tener sobrepeso u obesidad
  • Resistencia a la insulina
  • Altos niveles de triglicéridos y/o colesterol en la sangre
  • Una combinación de obesidad, diabetes, dislipidemia, hipertensión arterial (síndrome metabólico), entre otros.

Ante ello, Astrid Ruiz, licenciada en Nutrición e integrante del comité científico de la Fundación Mexicana para la Salud Hepática (Fundhepa) agregó que se debe procurar una dieta balanceada que incluya vegetales, alimentos con granos enteros, bajo consumo de azúcares simples y de grasas saturadas, así como practicar ejercicio regularmente, además de buscar la disminución de peso en caso de obesidad para disminuir el riesgo de padecer hígado graso y otras enfermedades cardiovasculares.

Fuente: Fundación Mexicana para la Salud Hepática (Fundhepa)

¿Estas serán señales de… tu hígado?


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